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Miércoles 29 de Octubre - Buenos Aires - Argentina
PREMIO MEJOR MEDIO DE PRENSA PUBLICADO EN LENGUA EXTRANJERA - MINISTERIO DE LA DIASPORA DE ARMENIA 2015
Iglesia - Monseñor Kissag Mouradian (1951–2025)
El último adiós al pastor de generaciones
28 de Octubre de 2025

Un pastor cercano, un intelectual lúcido y un símbolo de unión entre la fe, la juventud y el diálogo ecuménico

Con profunda emoción y recogimiento, la comunidad armenia de la Argentina y Chile despidió el domingo 27 de octubre al arzobispo emérito Kissag Mouradian.

La Catedral San Gregorio el Iluminador, en el barrio de Palermo, fue escenario de una ceremonia solemne y multitudinaria, donde cientos de fieles, representantes religiosos de distintos credos, dirigentes comunitarios y autoridades civiles rindieron homenaje al querido pastor.

La misa fue presidida por Su Eminencia Aren Shaheenian primado de la Iglesia Apostólica Armenia para la Argentina y Chile, acompañado por el cuerpo eclesiástico, en una celebración colmada de fe, respeto y gratitud.

kissag1 en altar con extremauncion

Los alumnos de las escuelas armenias, junto a docentes y exalumnos, también participaron del homenaje, recordando al arzobispo Mouradian como un guía espiritual cercano, cálido y profundamente humano.

Finalizada la misa y la ceremonia de extremaunción, sus restos fueron trasladados al Cementerio Armenio de San Justo, donde recibió sepultura en el sitial de honor, con los ritos solemnes de la Iglesia Apostólica Armenia.

kissag cementerio

kissag en la tumba

Durante la ceremonia, el presidente del Centro Armenio de la República Argentina, Aram Karaguezian, ofreció el siguiente discurso en homenaje al arzobispo emérito:

" Monseñor Kissag Mouradian
Arzobispo Emérito de los Armenios de la Argentina y Chile
(1951–2025)

Con el fallecimiento de Monseñor Kissag Mouradian, ocurrido el sábado 25 de octubre de 2025 en el edificio del Arzobispado Armenio a la edad de 73 años, la comunidad armenia de la Argentina y Chile pierde a una de sus figuras más relevantes de las últimas décadas, donde su tarea pastoral, intelectual, docente, administrativa y periodística lo contó siempre predispuesto a conducir a la feligresía y ponerse al servicio de la juventud para acercarla a sus raíces y a los misterios de la fe.

Los orígenes de su personalidad provenían de una de las regiones más íntimamente relacionadas con la Armenia histórica, ya que sus mayores eran de Diarbekir —Dikranaguerd en armenio, Tigranocerta en su versión latina occidental—. Había nacido en Alepo, bautizado con el nombre de Manuk, y en pocos días, el próximo 6 de noviembre, cumpliría 74 años.

Llegó a la Argentina como servidor de nuestra Santa Iglesia Apostólica poco tiempo después de ser ordenado sacerdote célibe en 1975, como miembro de la Congregación de los Dos Santiagos, del Patriarcado Armenio de Jerusalén. El joven vartabed se ganó el afecto y la confianza de nuestra comunidad, y su acercamiento con la juventud le valió una gran popularidad y el amor generalizado de la grey, que se nutría de su carácter afable y generoso, como así también de la palabra diáfana y contundente de sus homilías claras y convincentes, que llegaban fácilmente a la comprensión y al corazón de los fieles.

Su acercamiento a los alumnos de las escuelas de la colectividad lo mantuvo en comunicación permanente con adolescentes y jóvenes, y, por su intermedio, con sus familias. Sus encuentros informales en lugares públicos le valieron la confianza de las nuevas generaciones, que lo recordarán con afecto y nostalgia.

Su capacidad de promoción de nuestra Santa Iglesia Armenia en círculos ecuménicos e interreligiosos nos significó un protagonismo rico y trascendente, que seguiremos valorando en el futuro. Pero su acercamiento y amistad con el Padre Jorge Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal y definitivamente Papa Francisco, trascendieron el marco recíproco para proyectarse en el abordamiento de primera mano del Papa Argentino de la problemática armenia, el martirio de nuestro pueblo y la trascendencia política de su ideario.

kissag aram discurso

Esa amistad cristalizó la triste noche de la tragedia de Cromañón, cuando Bergoglio le pidió que lo acompañara hasta el lugar para resistir en su compañía a las consecuencias del espectáculo dantesco que les aguardaba. Aquella muestra de solidaridad selló para siempre una alianza mutua que superó los tiempos y las vicisitudes para transformarse en un hito de la amistad argentino-armenia.

El legado de Monseñor Kissag incluye sus obras escritas y sus traducciones, que siguen teniendo la virtud de transmitir en lengua española elementos fundamentales del pensamiento cristiano armenio y de páginas de nuestra rica liturgia.

Luego de retirarse del cargo de primado de la diócesis, ya como Arzobispo Emérito, Monseñor Kissag estaba otra vez dedicado a la tarea intelectual y de traducción. Nunca perdió su carácter afable y proclive a la conversación sustanciosa y enriquecedora que extrañaremos por mucho tiempo.

¡Que Dios ilumine su alma! "

Entre los muchos aspectos que marcaron la vida de Monseñor Mouradian, su profunda amistad con el Papa Francisco fue uno de los más significativos. Ambos se conocieron cuando Jorge Mario Bergoglio era Arzobispo de Buenos Aires y desde entonces mantuvieron un vínculo de respeto, afecto y colaboración pastoral.
Compartieron actos ecuménicos y encuentros de oración, y fue el propio Bergoglio quien pidió instalar una cruz de piedra armenia (khachkar) en la Catedral Metropolitana como gesto de fraternidad con el pueblo armenio, hecho que hizo realidad la Unión General Armenia de Beneficencia de Buenos Aires.
Ya como Pontífice, Francisco mantuvo esa cercanía: envió cartas personales a Mouradian, expresó su solidaridad durante los conflictos en Armenia y lo felicitó al cumplirse sus 25 años de episcopado.

kissag1 con francisco

Esa amistad —nacida del diálogo y la fe compartida— simbolizó el puente espiritual entre la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica, y fortaleció el reconocimiento internacional de la historia y el testimonio del pueblo armenio.

kissag1 entrega presente a francisco

El legado de un pastor

El arzobispo Mouradian dedicó más de cinco décadas a la vida espiritual y cultural de la colectividad armenia en la Argentina. Fue un promotor incansable del diálogo entre religiones, un puente entre comunidades y un referente del pensamiento cristiano armenio en el mundo de habla hispana.
Su vida, marcada por la humildad, la sabiduría y el compromiso pastoral, deja una huella imborrable en todos los que lo conocieron.

En reconocimiento a su trayectoria y su influencia en la comunidad, el diario Sardarabad lo distinguió en dos oportunidades como “Hombre del Año”, destacando su servicio desinteresado, su vocación educativa y su papel decisivo en el fortalecimiento de la identidad armenia en la diáspora.

Hoy, su palabra y su ejemplo siguen vivos en las nuevas generaciones, en los templos y en las aulas, donde su mensaje de fe, identidad y servicio continúa inspirando.

kissag1 con camiseta de river

Sardarabad – Buenos Aires, octubre de 2025

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