La imposición de condiciones mediante el uso de la fuerza o la amenaza de la fuerza es una violación flagrante del derecho internacional y Armenia no cederá a tales presiones, dijo una representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Armenia, Anna Naghdalian, al comentar sobre la situación en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán.
Armenia también rechaza la introducción de una agenda de los llamados “territorios en disputa”, que podría sentar un precedente peligroso para justificar el uso de la fuerza también en otras regiones, enfatizó.
"Al no cumplir con sus obligaciones bajo la declaración trilateral del 9 de noviembre, en particular, la repatriación de prisioneros de guerra armenios y civiles retenidos como rehenes y otras cuestiones humanitarias, Azerbaiyán ha reafirmado su violación intencional de las obligaciones internacionales", afirmó Naghdalian.
Señaló que la demarcación de la frontera entre la República de Armenia y la República de Azerbaiyán debería formar parte del proceso de arreglo de paz integral, en cuyo marco se abordaron las cuestiones de la desocupación de los territorios de la República de Artsaj y la determinación debería abordarse sobre la situación jurídica definitiva de Artsaj bajo los auspicios del Grupo de Minsk de la OSCE.
"En esta situación, la retirada inmediata e incondicional de las fuerzas armadas azerbaiyanas del territorio soberano de la República de Armenia a partir del 11 de mayo puede crear las condiciones necesarias para considerar las cuestiones emergentes en el marco del conjunto de herramientas político-diplomáticas", señaló.
"Nuestros socios internacionales que actúan desde las posiciones del derecho internacional y están sinceramente interesados en la estabilidad y la seguridad en el Cáucaso Meridional, han expresado su posición inequívoca de que Azerbaiyán debe retirar inmediata e incondicionalmente sus tropas del territorio soberano de Armenia", afirmó la portavoz .