Al negarse a entregar a los prisioneros de guerra restantes, Azerbaiyán continúa violando el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, dijo el ministro de Asuntos Exteriores en funciones de Armenia, Ara Aivazian, en la 131ª sesión del Comité de Ministros del Consejo de Europa.
Recordó que el año pasado Azerbaiyán libró una guerra sangrienta contra el pueblo de Nagorno-Karabaj (Artsaj). La guerra estuvo acompañada de violaciones masivas de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
“Estas transgresiones están bien documentadas no solo en fuentes armenias, sino también a nivel internacional: por organizaciones como Amnistía, Human Rights Watch y Freedom House. Nuestro propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos indicó medidas cautelares a Azerbaiyán en relación a cientos de personas cuya captura fue confirmada por ese país, solicitando información sobre ellas, pero no recibiendo ninguna. El Tribunal llegó al extremo de notificar públicamente al Comité de Ministros que Azerbaiyán no está cooperando. La última sesión plenaria de PACE también expresó su grave preocupación. Al negarse a entregar a los prisioneros de guerra restantes, Azerbaiyán sigue violando el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario hasta el día de hoy ”, dijo el ministro en funciones.
“Vemos un papel importante para el Consejo de Europa al abordar las devastadoras consecuencias humanitarias de la guerra en Nagorno-Karabaj, incluido el desplazamiento, la destrucción de lugares culturales y religiosos y el cautiverio continuo de cientos de prisioneros de guerra y también civiles. Creemos que nuestro Comité debe reforzar sus esfuerzos respecto de este tema en particular, también brindando su pleno apoyo a la Corte, a la Asamblea Parlamentaria, al Comisionado de Derechos Humanos y otros órganos pertinentes. Hasta ahora, la respuesta del Comité a las obvias violaciones de Azerbaiyán de sus obligaciones legales y convencionales no ha sido adecuada ”, agregó Aivazian.
Hizo hincapié en que la falta de una respuesta enérgica a las graves violaciones masivas de los derechos humanos en Nagorno-Karabaj envalentonó aún más a Azerbaiyán para proyectar la misma política hacia la República de Armenia al intentar apoderarse de los territorios fronterizos y privar a la población local de sus medios de vida.
“El Consejo de Europa se estableció con el objetivo de lograr una mayor unidad entre sus Estados miembros. El Consejo ha logrado reunir a casi toda Europa bajo un mismo techo y diseñar normas legales que guíen muchos aspectos de la cooperación entre sus Estados miembros. Sin embargo, existe una gran división entre algunos de nuestros Estados miembros. Mientras se permita que los perpetradores de crímenes atroces estén en pie de igualdad con quienes todavía creen en los valores de la democracia y los derechos humanos, esta brecha solo se va a ensanchar. A menos que revitalicemos nuestros esfuerzos para garantizar la seguridad democrática en toda Europa, y en particular para quienes viven en áreas de conflictos y enfrentamientos, nuestro objetivo general de una mayor unidad en Europa seguirá siendo ilusorio ”, concluyó Ara Aivazian.