La comunidad armenia de Buenos Aires vivió un fin de semana inolvidable con motivo del 85° aniversario de la Liga de Jóvenes de la Unión General Armenia de Beneficencia (UGAB), una de las organizaciones juveniles más emblemáticas de la Diáspora y referente fundamental en el desarrollo comunitario desde su fundación en 1940.
La celebración coincidió con la realización del primer Encuentro Deportivo Sudamericano, que convocó a delegaciones de Córdoba, Montevideo y San Pablo, con Buenos Aires como sede anfitriona, fortaleciendo los lazos regionales e inaugurando un nuevo capítulo en la vida institucional de la UGAB.
La Liga de Jóvenes nació en un contexto marcado por las hondas consecuencias del Genocidio Armenio y la imperiosa necesidad de preservar la identidad nacional en la Diáspora. Desde sus primeros pasos, se consolidó como un espacio de encuentro, formación y pertenencia para los jóvenes armenios, promoviendo valores de solidaridad, compromiso comunitario y transmisión cultural.
A lo largo de ocho décadas y media, la Liga se transformó en un verdadero semillero de dirigentes, acompañando el crecimiento de generaciones que hoy ocupan roles clave en distintas instituciones armenias del país. Su trayectoria está atravesada por festivales, actos culturales, tareas de servicio, actividades deportivas y momentos que marcaron a miles de jóvenes.
El sábado se llevó a cabo la apertura oficial del Encuentro Deportivo Sudamericano, realizada en el gimnasio de la Institución. El acto constituyó un momento de gran emotividad y marcó formalmente el inicio de las actividades del fin de semana.
Tras la presentación de las delegaciones de Buenos Aires, Córdoba, Montevideo y San Pablo, se dirigieron a los presentes los responsables de la ceremonia:
Martín Yernazian, responsable del área de Deportes de la UGAB y miembro del Consejo Directivo, quien subrayó la importancia del encuentro como un puente de integración entre las comunidades armenias de Sudamérica y un ejemplo del espíritu de cooperación que la UGAB impulsa desde sus inicios.
El Obispo Aren Shaheenian, quien ofreció un mensaje profundamente espiritual, poniendo el acento en la relevancia de la vida institucional como sostén de la identidad armenia en la Diáspora.
En su intervención, el Obispo Shaheenian destacó que la continuidad de la armenidad organizada fue posible gracias a generaciones que entendieron el valor del trabajo comunitario:
“Las instituciones son las columnas fundamentales sobre las que se asienta la tarea orgánica que asegura la preservación de nuestras raíces”.
Asimismo, invitó especialmente a los jóvenes a asumir un rol activo en la vida institucional, recordándoles que su participación es clave para proyectar a la comunidad hacia el futuro y honrar la obra de quienes los precedieron.
El domingo estuvo dedicado a las competencias deportivas, que reunieron a las delegaciones en un clima de camaradería, entusiasmo y sana competencia, fortaleciendo lazos entre jóvenes de diferentes ciudades y países.
Por la noche se realizó un agasajo oficial en honor a las delegaciones visitantes y al 85° aniversario de la Liga de Jóvenes.
Durante la velada tomó la palabra Rubén Kechichian, presidente honorario de la UGAB y ex presidente de la Liga de Jóvenes, quien ofreció un emotivo racconto histórico. Recordó a los primeros fundadores, destacó los desafíos de cada época y rindió un homenaje especial a la primera presidenta mujer, la recientemente fallecida Rosa Majian, pionera y figura imprescindible en la historia institucional.
Posteriormente, se llevó a cabo la entrega de diplomas a los ex presidentes de la Liga, reconociendo a quienes, a lo largo de 85 años, contribuyeron con su liderazgo y compromiso a la continuidad de la Liga de Jóvenes.

El lunes se celebró un almuerzo de despedida, que reunió a todas las delegaciones en un clima de afecto, agradecimiento y alegría por lo vivido a lo largo del fin de semana.
El encuentro culminó con la entrega de trofeos a los ganadores de las distintas disciplinas deportivas, poniendo cierre a un evento que dejó huellas profundas en todos los participantes y que marcó un antes y un después para la Liga de Jóvenes de la UGAB.



Para la dirigencia juvenil, el fin de semana significó mucho más que un aniversario. El presidente de la Liga de Jóvenes, Claudio Hairabedian, destacó la trascendencia del momento:
“Vivimos algo verdaderamente histórico. Logramos reunir a generaciones completas de la Liga, creando una juventud presente, comprometida y más unida que nunca”.
La convocatoria de todas las Ligas desde 2008 generó un reencuentro intergeneracional que fortaleció los vínculos, renovó el sentido de pertenencia y proyectó una visión común para el futuro.
La Liga de Jóvenes forma parte del histórico “ejército de voluntarios” que sostiene la vida comunitaria de la UGAB Buenos Aires, junto con la Comisión de Damas, la Comisión de Madres, el Grupo Scout General Antranik y YP Jóvenes Profesionales.
La UGAB Buenos Aires —fundada en 1911— es la institución armenia más antigua del continente sudamericano y un faro de preservación cultural, educativa y social de la armenidad en Argentina. En ese marco, la Liga de Jóvenes ha sido, y continúa siendo, un pilar insustituible.
El 85° aniversario no solo fue una celebración del pasado, sino también una afirmación del presente y una apuesta al futuro. En un mundo en constante transformación, la Liga enfrenta el desafío de seguir siendo un espacio relevante para las nuevas generaciones, promoviendo la identidad, la participación y el liderazgo juvenil.
Con actividades culturales, educativas, sociales y deportivas —y ahora con una renovada integración regional gracias a la participación de Buenos Aires, Córdoba, Montevideo y San Pablo— la Liga de Jóvenes reafirma su lugar como uno de los pilares más sólidos y vibrantes de la identidad armenia en Sudamérica.