La Unión General Armenia de Beneficencia realizó el 12 de octubre de 2025, un almuerzo en homenaje al arzobispo Hagop Kelendjián, a cuatro décadas de su llegada al Uruguay. Una vida consagrada al servicio de Dios, de la fe, de la Iglesia Apostólica Armenia y de la comunidad armenia en Uruguay.
En esta oportunidad se volvió a proyectar un video que había preparado en 2014, cuando organizamos un almuerzo en ocasión de los 30 años de sacerdocio en el Uruguay, en el que el público pudo apreciar varios de los roles que ha cumplido y cumple srpazán, como jefe espiritual de la Iglesia Armenia; como líder comunitario recibiendo a un vehapar o a un presidente; en su labor intelectual, presentando uno de sus libros; en aniversario de nuestro colegio e institución; celebrando una misa, un casamiento o un bautismo…
En esta ocasión también dediqué unas palabras destacando lo que ha significado su presencia en nuestra comunidad.
En la historia de la conformación de la colectividad armenia y de las colectividades armenias en el mundo, hay una forma común de organización. Incluso en las nuevas colectividades conformadas en el período post soviético. Los armenios buscaron un lugar donde vivir, buscaron un trabajo, luego trajeron al resto de la familia e instalaron una iglesia y una escuela. Luego se organizaron las instituciones de la colectividad. Pero la escuela y la iglesia han sido fundamentales. Allí jugó un rol importante vartabed Nersés Dolabdjián en 1929.
Y hago referencia a este proceso porque de alguna manera, la llegada a Montevideo del arzobispo Kelendjián en 1984, está ligada a la conformación definitiva de la Diócesis en el Uruguay.
Durante algún tiempo, en la década de 1920, mientras no teníamos sacerdote de la Iglesia Armenia, algunos compatriotas que no eran religiosos pero que conocían la ceremonia religiosa, llegaron a hacer, aunque fuera de manera simbólica, esas ceremonias. En 1929 llegó vartabed Dolabdjián. Tras los conflictos internos de la comunidad y la llegada del Legado patriarcal Karekín Khachadurián, se resuelve en 1939 la creación de la Diócesis de la Iglesia Armenia en el Uruguay. Sin embargo, no será hasta 1984, cuando llega el entonces vartabed Hagop Kelendjkián, que la Diócesis adquiere definitivamente el carácter de tal. Allí vemos lo que significó la presencia de srpazán para esta colectividad.
Podría hablar de lo que ha significado el arzobispo Kelendjián en lo personal. Me casó y bautizó a mis dos hijas, y estuvo junto a mi familia cuando fallecieron mis abuelos y mi padre. Podría hablar como amigo de Hagop Kelendiján, con quien he mantenido desde almuerzos, cenas o largas conversaciones y con quien tengo toda la confianza para hablar de absolutamente todos los temas.
Nació en Kessab, Siria, donde concurrió a la escuela armenia y realizó sus estudios secundarios en El Líbano. Ingresó al Seminario de Echmiadzín en 1972 bajo el período del Catholicós Vazkén I. En 1975 concurrió a la Universidad Regensburgho de Alemania. Al mismo tiempo, desarrolló actividad pastoral en la comunidad armenia de Alemania. Se ordenó como sacerdote en 1976. Entre 1975 y 1976, Kelendjián trabajó en la receptoría de la Residencia Patriarcal en Echmiadzín. Considero que es uno de los religiosos que mejor conoció a Vazken I. Hakob Kelendjián es el Primado de la Diócesis Armenia del Uruguay desde su llegada a Montevideo en 1984, Obispo desde 1990 y Arzobispo desde 2001.
Toda su producción literaria fue realizada desde Uruguay. La Iglesia Armenia: Fuente de Fe y Patriotismo impreso por primera vez en 1988, una segunda edición en 2007 y una tercera en 2021, en la que tuve el honor de escribir el prólogo. Lutero, La rebeldía de un monje piadoso; Interpretación de la creación; El libro del Eclesiastés; Siguiendo las huellas de la Fe y la Razón; El Árbol de Damasco; Jeremías, Escuchad la voz. Esta última es una obra de Franz Werfel escrita en 1937 y traducida del alemán al armenio oriental, el año pasado. Una obra de más de 700 páginas que ganó el “Premio al traductor” otorgado por la Unión de Escritores de Armenia y el apoyo de la Santa Sede de Echmiadzín, y que obtuvo el Diploma de honor y medalla Musaler otorgados por la Unión Compatriótica Armenia de Musaler.
Siendo presidente de la UGAB en 2010, el arzobispo Kelendjián fue designado junto a los expresidentes de la filial y al entonces cónsul honorario Rubén Aprahamián, como “Miembro Honorario de la UGAB Uruguay”.
Somos armenios. Y el cristianismo ha sido factor preponderante de la identidad nacional, del ser armenio. Y la historia de la Iglesia Armenia es la historia de nuestra nación, y la historia de la nación es la historia de la Iglesia Armenia. No es posible estudiarlas por separado. "La historia nacional apenas es entendible sin la historia de la Iglesia". La Iglesia Armenia no es una reliquia del pasado, sino algo viviente, que después de la independencia de Armenia, permitió que el pueblo pudiera volcarse nuevamente hacia la fe cristiana.
Hablar, escuchar o leer al arzobispo representa una fuente inagotable de conocimiento. Estamos ante un verdadero acto de iluminación.
En este homenaje, el presidente de la UGAB José Geozucaraián le entregó una plaqueta que dice: “La Unión General Armenia de Beneficencia del Uruguay, al Primado de la Iglesia Apostólica Armenia en el Uruguay, en ocasión de 40° aniversario de su fiel servicio a la armenidad en nuestro país, como jefe espiritual de la Iglesia Apostólica Armenia, y en idioma armenio, Աստված ձեզ երկար կյանք տա և նորոգություն սրբագործման և մերձավորի ծառայության մեջ, ձեր քահանայական ու անձնական ճանապարհին դեռ շատ տարիների արդյունքներով [Que Dios le conceda larga vida y renovación en la santificación y en el servicio al prójimo, con muchos más años fructíferos en su camino sacerdotal y personal].
¡Felicidades, srpazán! Y que la gracia de Dios siga acompañando su camino, iluminando el nuestro.
Por muchos años querido arzobispo Kelendjián junto a nosotros, junto a nuestra nación.
Dr. Gustavo Zulamián