El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, ofreció el jueves 21 de agosto, una extensa conferencia de prensa en la que delineó su visión política y las bases de la actual estrategia del gobierno. En sus declaraciones, abordó el fin del movimiento de Karabaj, el proceso de delimitación fronteriza con Azerbaiyán, la posibilidad de elecciones parlamentarias anticipadas, la agenda de paz y las perspectivas de integración económica en la región.
Pashinian recordó que desde su juventud participó activamente en el movimiento de Karabaj, pero subrayó que hoy su conclusión, como jefe de gobierno, es que ese capítulo debe cerrarse:
“He llegado a la convicción de que no debemos continuar el movimiento de Karabaj. Y si los ciudadanos consideran que esta estrategia es equivocada, yo mismo los llamo a realizar una revolución. Creo que soy el primer y único primer ministro en la historia mundial que ha hecho semejante llamado.”
El mandatario agregó que los armenios no han impulsado una revolución porque comprendieron, al igual que él, que sin tomar esta decisión no es posible alcanzar la paz “ni en la práctica ni en la teoría”. Según Pashinian, algunos sectores utilizaron la causa de Karabaj como “un instrumento para debilitar la soberanía, la independencia y la prosperidad de Armenia”.
“Hoy vivimos una era de paz, y los ciudadanos de Armenia la han aceptado con satisfacción. La evidencia es abundante y no hay hechos que lo refuten”, concluyó.
Pashinian advirtió que el tema del retorno de refugiados armenios y azerbaiyanos de los años noventa conlleva “serios riesgos para la agenda de paz”, porque puede convertirse en objeto de especulación política y generar nuevas tensiones.
“Muchos conflictos, incluido el de Nagorno Karabaj, comenzaron con discusiones sobre cuestiones sociales o culturales aparentemente inocentes. Este debe ser un aprendizaje”, afirmó, proponiendo en cambio promover la libre circulación en tiempos de paz: “Todos podrán visitar cualquier lugar como turistas”.
En relación con la presencia militar azerbaiyana en territorio armenio, Pashinian recordó que unos 200 km² se encuentran ocupados, aunque también subrayó que algunas zonas de Azerbaiyán están bajo control armenio.
“Hemos alcanzado un acuerdo de reconocimiento mutuo de la integridad territorial tomando como base las fronteras de las repúblicas soviéticas”, explicó. Detalló que la delimitación de la sección Kirants-Voskepar ya se realizó en base a mapas oficiales, y que el resto del proceso debe seguir el mismo criterio.
Si se plantea un intercambio proporcional de tierras, “de un kilómetro cuadrado por otro kilómetro cuadrado”, dijo el premier, será el pueblo quien deberá decidir si acepta o no ese enfoque.
Finalmente, el primer ministro abordó la cuestión económica, subrayando la necesidad de simplificar los trámites en todas las fronteras armenias para facilitar exportaciones, importaciones y tránsito.
“Estamos entrando en una era en la que los métodos tradicionales de control quedarán superados. Con el uso de pasaportes biométricos y tecnologías digitales surgirán nuevos procedimientos, como ya ocurre en muchos países desarrollados”, señaló.
Asimismo, recordó que la Declaración de Washington del 8 de agosto establece cinco principios en los que se basa el acuerdo con Azerbaiyán: integridad territorial, soberanía, jurisdicción, inviolabilidad de fronteras y reciprocidad.
“Sobre estos principios, presentamos también nuestro proyecto ‘Encrucijada de Paz’, que prevé la simplificación de regulaciones y la integración regional”, concluyó Pashinian.
Consultado sobre la posibilidad de elecciones parlamentarias anticipadas, Pashinian reconoció que existen “opiniones, llamados y propuestas”, aunque aún deben ser evaluadas.
No obstante, enfatizó que el verdadero dilema de futuro en cualquier comicio será “entre paz y no paz”, evitando encuadrarlo en términos de “paz o guerra”.
El jefe de gobierno aseguró que las autoridades armenias trabajan diariamente para firmar y ratificar un acuerdo de paz con Azerbaiyán lo antes posible.