El 24 de diciembre de 2022, hace exactamente tres años, muchos ciudadanos de Stepanakert caminaron hasta Shushi, a 12 kilómetros de distancia, donde los cascos azules rusos habían bloqueado la única carretera hacia Erevan, explicando que era por la "seguridad" de los armenios de Artsaj, y que si les permitían llegar hasta los "ecoactivistas" azerbaiyanos que estaban del otro lado de las posiciones rusas, era posible que hubiera derramamiento de sangre entre armenios y azerbaiyanos, porque allí había azerbaiyanos armados.

Ese día, los armenios dijeron: "Si no abren la carretera, mañana vendremos con nuestras mujeres e hijos y la abriremos".

La vida se estaba volviendo insoportable. Había escasez de todo, incluso de gasas en las farmacias; había colas nocturnas para conseguir pan. Las frutas y verduras desaparecían del mercado, otrora abundante, en cuestión de horas. No había combustible, no había tráfico en la ciudad, y desde aldeas lejanas y cercanas, los campesinos traían a la ciudad en caballos y burros lo que la tierra producía. Faltaba una semana para Año Nuevo, pero nadie estaba de humor para celebrar.

Del lado armenio, se prohibió la entrada a Artsaj de camiones que transportaban alimentos y harina, y en la propia capital Stepanakert, las mujeres ya estaban horneando pan con alimento para cerdos y salvado de cebada.

Desde Aghdam/Akna, camiones de la Media Luna Roja azerbaiyana cargados con harina querían "entregar ayuda". Era simplemente chantaje: o tienen que comer pan azerbaiyano, o no dejaremos que el pan armenio llegue a Nagorno Karabaj. Sin embargo, los armenios de Artsaj habían cerrado la carretera Askeran-Akana (Aghdam) para impedir que los camiones azerbaiyanos entraran a Artsaj.

La "conclusión" fue que los armenios de Artsaj no aceptaron la ayuda "humanitaria" de Azerbaiyan y prefirieron el lavash de Goris el 25 de septiembre de 2023, cuando fueron obligados a abandonar Artsaj.

Hoy, parece como si esta tragedia no hubiera ocurrido hace apenas tres años. Los acontecimientos que tienen lugar en Armenia y el mundo han "borrado" el tema de Artsaj y de los armenios de Artsaj en general: desde las relaciones autoridad-iglesia en Armenia hasta la guerra ruso-ucraniana, hay temas más urgentes que atender.

Hoy, otra "noticia destacada" ha surgido en Armenia: la importación de combustible azerbaiyano a Armenia, que se está combinando con una posible paz armenio-azerbaiyana y que no fue aceptada unánimemente por la sociedad armenia. Las autoridades aseguran que ya hay paz en la región.

Esperemos y veamos.

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Foto de portada: Regresando a casa con pan en Stepanakert, 2022 (foto de Marut Vanyan)