Es momento de comprender que en las condiciones actuales, la realización de elecciones libres, justas y competitivas en Armenia está prácticamente excluida, y no existe posibilidad de cambiar la situación a través de ellas. Vivimos en una cuasi-dictadura donde:
En tales condiciones político-legales, ¿de qué elecciones se puede hablar siquiera? ¿No es evidente que todo el proceso electoral será distorsionado de arriba abajo por diversos medios y maneras, y será fundamentalmente falsificado, mientras que la expresión de la voluntad popular no tendrá carácter legítimo ni confiable? Nos enfrentaremos a distorsiones sistemáticas, abusos de recursos administrativos y de fuerza, maquinarias informativas, así como fraudes electorales a gran escala.
En tales condiciones, las elecciones se convertirán en apenas una herramienta falsa y peligrosa de legitimación del poder.
Por consiguiente, primero es necesario asegurar las condiciones mínimas que garanticen la realización de elecciones libres, y solo entonces llevar a cabo elecciones. En particular, es indispensable restaurar primero el orden constitucional, la separación de poderes, y la despolitización de los sistemas judicial y de aplicación de la ley.
Solo después de asegurar realmente esas condiciones se puede hablar de iniciar un proceso electoral. Hoy tales condiciones no existen, y la junta nunca las proporcionará.
Posdata: Esta advertencia está dirigida especialmente al liderazgo de las fuerzas de oposición que se preparan con entusiasmo para las "elecciones". Ser engañados una vez más será fatal.