Las recientes elecciones en Vagharshapat han generado debates intensos, pero si las analizamos sin recurrir al tradicional luto, fatalismo o desesperanza tan habituales en la narrativa política armenia, es posible extraer conclusiones racionales y productivas.
1. Felicitaciones a las alianzas “Victoria” y “Madre Armenia”.
Ambas fuerzas demostraron consistencia organizativa y capacidad de movilización local.
2. El voto en Armenia sigue siendo profundamente personalista.
En especial en las regiones, los resultados electorales se deciden por factores individuales y estructuras arcaicas: redes familiares extensas, identidades de clan, lazos de aldea y códigos tradicionales. La victoria de Mekhakian confirma este patrón. Es un dato objetivo que debe asumirse a la hora de planificar cualquier campaña.
3. Muchos votantes aún no son conscientes de que han apoyado al Partido Contrato Cívico (KP), oficialista.
Aproximadamente el 80 % de quienes eligieron a Mekhakian cree sinceramente haber votado por la persona y no por el partido gobernante. Esa comprensión se asentará en las próximas semanas.
4. Nikol Pashinian no intervino en estas elecciones locales.
Tras la experiencia de Gyumri, el primer ministro optó por mantenerse al margen, lo cual influyó significativamente en el resultado. Sin embargo, en unas elecciones nacionales no podrá permanecer en la sombra, y el cuadro en Vagharshapat sería totalmente distinto. Muchos electores se sorprenderán al descubrir que “su Mekhakian es, en realidad, de Nikol”.
5. Los resultados no fueron una sorpresa.
Las encuestas previas ya anticipaban un escenario muy similar. No hubo verdaderos imprevistos.
6. Un debut sólido para la alianza “Victoria”.
Es necesario dilucidar cuánto del éxito se debe a Sevak Khachatrian y a su equipo local, y cuánto a la dirigencia central. Robert Kocharian mantiene un índice de aprobación estable y alto durante el último año. El desafío consiste en sincronizar ese capital político con las estructuras y liderazgos locales, un proceso complejo pero posible.
7. “Madre Armenia” consolida su presencia.
La fuerza recientemente creada continúa superando el umbral electoral en todas las competencias donde participa: Ereván, Gyumri y ahora Vagharshapat. Tres batallas, tres éxitos. Un desempeño que difícilmente pasará desapercibido en las elecciones nacionales de 2026.
8. Dos actores clave no participaron.
Las fuerzas de S. Karapetian (“A Nuestra Manera”) y G. Tsarukian (“Propuesta a Armenia”) —ambas favoritas en distintos escenarios— estuvieron ausentes. Su participación habría modificado sustancialmente el panorama. El gobierno es consciente de ello, por lo que cabe esperar un aumento de la presión política sobre estas estructuras, ya que el “modelo Vagharshapat” favorece a la administración actual.
9. ¿Qué puede esperarse del comportamiento futuro del gobierno?
Según mi evaluación, continuará en dos direcciones:
recurrirá a amplias maniobras cuestionables para moldear un nuevo entorno preelectoral;
cometerá errores graves y repetidos, los cuales podrán convertirse en oportunidades significativas si existe una oposición organizada y coherente.