Dado que muchos preguntan qué significa el nombre turco relativamente tardío Gökçä del lago Seván, explicaré que su traducción literal es simplemente “azulado”, formado por el término túrquico gök “cielo; azul” y el sufijo -çä “-ado” o “-oso”.
En el azerí moderno, la -k final de la palabra túrquica gök se ha transformado completamente en -y como resultado de la palatalización, por lo que aparece la variante Göyçə.
Este nombre, surgido bastante tarde —probablemente durante el período del Janato de Ereván o quizá un poco antes—, entró en los documentos oficiales de aquella administración y, posteriormente, cuando Armenia Oriental pasó a formar parte del Imperio ruso, se filtró también en la correspondencia y los mapas oficiales zaristas.
Sin embargo, resulta interesante que en esos mismos mapas de fines del siglo XIX y comienzos del XX se utilizara paralelamente la forma Севангъ, derivada del nombre armenio Sevan (que originalmente designaba solo la isla, ya que el lago era conocido sobre todo con los antiguos nombres armenios Geghama o Gegarkuniats tsov, “Mar de Geghama” o “de Gegharkunik”). Esa forma Севангъ es el resultado de una etimología popular basada en el persa y el turco: del persa سه [se] “tres” y el túrquico vəng “monasterio, iglesia”, término prestado del armenio y aún vivo en el azerí moderno.
El hecho es que, además de las dos iglesias actuales de la isla de Seván, existía también una tercera —la de Santa Madre de Dios (Surb Astvatsatsin)—, que se derrumbó a finales del siglo XIX. Por ello no es casual que el antiguo topónimo armenio Sevan se “reinterpretara” en persa y turco como “Tres monasterios” o “Erevank”.
Cabe recordar, por cierto, que cuando en el año 874 la princesa Mariam, esposa del príncipe Vassak Gabur de Syunik, mandó construir las dos iglesias en la isla de Seván, los antepasados de los actuales azeríes pastaban sus rebaños en alguna estepa del Asia Central oriental.