
Según recuerda el analista político Gagik Hambarian, Huseynov fue quien el 12 de junio de 1993, en la aldea de Mughanli, en el distrito de Martuní, degolló al residente local Robert Babajanyan y posteriormente posó para una fotografía con su cabeza.
Más tarde, las autoridades azerbaiyanas le atribuyeron falsamente la muerte de Monte Melkonian, convirtiéndolo en un supuesto héroe nacional.
Hoy, Ibad Huseynov es considerado el amo de la ciudad y el distrito de Martuní, coordinando —según Hambarian— el saqueo y la destrucción de la región.
Hambaryan denuncia que mientras algunos intentan convencer a la sociedad de que se ha alcanzado la paz con Azerbaiyán, Bakú sigue celebrando la humillación del pueblo armenio, colocando junto al presidente a criminales de guerra.
“El más ingenuo debería comprender —afirma el politólogo— que Azerbaiyán no busca la paz, sino la sumisión total de los armenios. Para vivir en ‘paz’, pretenden que los armenios se arrodillen y laman las botas del dictador de Bakú.”


