El exministro de Educación y Ciencia de Armenia y actual vicepresidente del Partido Republicano (HHK), Armen Ashotian, publicó una dura declaración en la que acusó al primer ministro Nikol Pashinian de haber liberado a todos los prisioneros de guerra azerbaiyanos sin exigir reciprocidad ni condiciones, una decisión que —según el dirigente opositor— traicionó el interés nacional y dejó sin protección a los cautivos armenios.
Ashotian comparó la situación con el reciente intercambio de prisioneros entre Israel y Palestina, mediado por Estados Unidos y Egipto, que incluyó incluso el canje de cuerpos y restos humanos:
“Todo el mundo observa con emoción cómo otros pueblos logran intercambiar cautivos y restos. Detrás de esas imágenes hay tragedias humanas, historias de heroísmo. Nosotros, después del 9 de noviembre de 2020, también debíamos haber puesto fin a esa vergüenza nacional. Pero por la mano de Nikol, todos los azerbaiyanos fueron liberados de un solo lado, mientras que Aliyev volvió a capturar armenios y después tomó como rehenes a la dirigencia de Artsaj.”
El dirigente republicano recordó que han pasado entre dos y cinco años desde el final de la guerra, pero “nuestros compatriotas siguen lejos de sus familias”, al tiempo que mencionó “cientos de desaparecidos y combatientes no identificados”.
Ashotian subrayó que el actual intercambio impulsado por el presidente Donald Trump demuestra que, “con un negociador responsable, durante la reunión de Washington se habría podido lograr el retorno de todos los armenios cautivos”.
“Para Nikol, esas personas, esas familias, esos destinos no tienen valor alguno. Veo la alegría de los demás, creo, espero y lucho con mis modestos medios por el regreso de los nuestros. Pero no puedo dejar de decirlo: es una vergüenza que hasta hoy no hayamos podido resolver la cuestión del regreso de nuestros compatriotas. Mil veces vergüenza…”, concluyó.
El testimonio de Ashotian reaviva el debate sobre la gestión de los prisioneros y desaparecidos tras la guerra de 2020 y la responsabilidad política del gobierno en las negociaciones humanitarias con Bakú.