El exdiputado armenio Arman Abovian advirtió que la situación política en el Cáucaso Sur se ha configurado de tal forma que Azerbaiyán y Turquía están plenamente interesados en mantener al actual gobierno en Armenia.
En una publicación en su cuenta de Facebook, Abovian sostuvo que, dado el “desastrosamente bajo” nivel de popularidad de las autoridades armenias, el tándem turco-azerbaiyano “hará todo lo posible para salvar al llamado gobierno ‘de terciopelo’”.
Según el exparlamentario, en el contexto del ciclo electoral que de facto ya ha comenzado en Armenia, Bakú probablemente adopte una serie de medidas que, aunque aparenten ser positivas, tendrán como verdadero objetivo favorecer la reelección del actual oficialismo y reforzar su discurso sobre la “agenda de paz”.
Entre estas acciones “cosméticas” mencionó:
Suspender temporalmente el uso de la retórica sobre el “Azerbaiyán Occidental”.
Simular disposición a abrir rutas para los armenios, presentándolo como un paso hacia la integración regional.
Retirar temporalmente posiciones militares turco-azerbaiyanas de zonas armenias ocupadas sin valor estratégico.
Abrir la frontera entre Armenia y Turquía para ciudadanos de terceros países, principalmente de Azerbaiyán.
“Estas medidas no resolverán problemas fundamentales, pero generarán un fuerte efecto de propaganda interna, creando la ilusión de efectividad del gobierno y presentándolo como una fuerza capaz de mantener un ‘diálogo constructivo’ con Bakú”, señaló.
Abovian advirtió que el objetivo principal sería la reproducción del poder y una reforma constitucional, ya que la actual Constitución, en su forma vigente, sigue siendo un obstáculo legal y político para las ambiciones territoriales y políticas de Bakú sobre Armenia.
“El actual gobierno armenio ha sido declarado por Bakú como una ‘oportunidad histórica’. En los círculos analíticos de Azerbaiyán se dice abiertamente que estas autoridades representan para Aliyev la ocasión de eliminar definitivamente el factor armenio en el Cáucaso Sur. Ningún otro gobierno armenio podría, ni se atrevería, a tomar medidas tan antiarmenias como las que está ejecutando el actual”, subrayó.
Concluyó que, en los próximos meses, se pueden esperar gestos “amistosos” calculados desde Bakú, cuyo único fin será mantener en el poder a un régimen conveniente para Bakú y Ankara y completar la estrategia de destrucción del Estado armenio.