Las autoridades de Teherán aún no se han pronunciado sobre la externalización de la gestión del corredor de transporte entre Armenia y Azerbaiyán a una empresa privada estadounidense mediante un contrato de arrendamiento a largo plazo, en relación con las declaraciones casi idénticas del embajador de Estados Unidos en Turquía, Tom Barak, y las declaraciones previas del viceministro de Asuntos Exteriores de la República de Armenia, Mnatsakan Safarian. Sin embargo, algunos representantes de la prensa progubernamental iraní, así como analistas políticos, han abordado este tema en diversas ocasiones.
El Tehran Times, por ejemplo, recordó que el corredor Zangezur ha sido designado como una "línea roja" por Irán, y agregó que si el corredor se abre por la fuerza, Irán muy probablemente tomará medidas.
Según el diario Donya-e-Eqtesad, algunos analistas iraníes han advertido que el funcionamiento del corredor creará problemas de seguridad para Irán debido a las fuerzas antiiraníes.
En una de sus recientes entrevistas, el profesor de la Universidad de Alabama, de origen iraní, Nader Entesar, respondiendo a una pregunta del periódico Tabnak, que representa la corriente política radical moderada, sobre el tema, así como la posible reacción de Irán en caso de la apertura del corredor, habló con pesar sobre el hecho de que Irán ha estado siguiendo durante mucho tiempo una política "reaccionaria" en el Cáucaso y, especialmente en el caso de Azerbaiyán, ha actuado como un jugador débil.
Según Entesar, cuanto más presione Bakú a Irán y viole sus intereses económicos y de seguridad, más débil será su respuesta.
Según el profesor, este enfoque ha permitido a Bakú acercarse a los enemigos de Irán. El analista citó el ejemplo de Israel, que está fortaleciendo sus relaciones, especialmente con países hostiles a Irán.
Según Nader Entesari, Irán ha estado pagando el precio de su inacción durante años, en sentido figurado, "con un día de retraso y un dólar menos".
El profesor cree que Irán tiene pocas opciones en este momento, y ninguna es atractiva. Considera que una opción es centrarse en políticas y programas prácticos, evitando establecer límites que no se compromete a implementar.
El profesor recuerda que, en el pasado, varios funcionarios iraníes han declarado que el Corredor Zangezur es la línea roja de Teherán. Cree que establecer líneas rojas solo cobra credibilidad cuando su violación va seguida de medidas serias.
El analista no está convencido de que Irán realmente tenga intención de tomar medidas significativas en caso de una violación de la línea roja de Zangezur. Sin embargo, insta a actuar de inmediato.