El experto internacional Suren Sargsian escribe: «Las negociaciones entre Estados Unidos e Irán, que prácticamente fracasaron debido a la guerra entre Israel e Irán, habrían tenido consecuencias indudablemente positivas para Armenia de haberse alcanzado acuerdos. Lo mismo, por supuesto, se aplica a la normalización de las relaciones ruso-estadounidenses, donde tampoco se han registrado avances significativos».
Estos procesos son de vital importancia para Armenia. Sus fracasos y el consiguiente debilitamiento de las posiciones de Rusia e Irán, y en consecuencia, su menor influencia en el Cáucaso Sur, especialmente en el contexto de la pasividad de Estados Unidos, alteran el ya delicado equilibrio de poder en la región.
Como resultado, Turquía se está convirtiendo en un actor más influyente y poderoso en el Cáucaso Sur, con la capacidad de promover sus intereses regionales también a través de Azerbaiyán. Esto también aplica al llamado "Corredor Zangezur", que conecta no solo a Azerbaiyán con Turquía, sino con todo el mundo turco.
Si Trump anuncia en los próximos días que se sumará a algunas acciones contra Irán o brindará asistencia militar sin precedentes a Israel, la situación se complicará aún más para nosotros.