Una de las herramientas que utilizan los responsables de la toma de decisiones en Estados Unidos para influir en las políticas es el lobby (compra de influencia). Esta herramienta es utilizada tanto por actores nacionales como por gobiernos extranjeros a través de organizaciones de lobby registradas oficialmente en Estados Unidos. Existen dos tipos de organizaciones de lobby en Estados Unidos: profesionales y étnicas.
El lobby profesional se refiere a las actividades de gestión realizadas por organizaciones creadas específicamente y registradas oficialmente para ese fin. Según la legislación estadounidense, esta información, incluyendo el contrato firmado y los servicios prestados al cliente, debe registrarse oficialmente ante las agencias gubernamentales correspondientes para garantizar la transparencia. Estas organizaciones de lobby suelen emplear a exlegisladores y exfuncionarios de órganos legislativos y ejecutivos, ya que el lobby requiere influencia política y fuertes conexiones con miembros del Congreso, funcionarios ejecutivos y otros tomadores de decisiones claves. Desde 2016, estados extranjeros han invertido aproximadamente 6 mil millones de dólares en lobby en EE. UU., utilizando los servicios de cientos de firmas profesionales de lobby
El segundo tipo de lobby es el étnico. Este opera en un contexto y una agenda diferente, impulsado por grupos de lobbistas étnicos dentro de Estados Unidos. Como señaló Zbigniew Brzezinski, entre los grupos de lobistas étnicos más eficaces en Estados Unidos se encuentran los judíos, griegos y armenios. Estos grupos están bien organizados, tienen agendas claras y han ejercido, y continúan ejerciendo, influencia en las decisiones de política exterior estadounidense.
Por ejemplo, mientras que Turquía y Azerbaiyán necesitan empresas de lobby profesionales para lograr sus objetivos, Armenia se beneficia de una comunidad armenia organizada cuyos esfuerzos activos ayudaron a Armenia a recibir ayuda significativa de los EE.UU. durante muchos años, mientras que Azerbaiyán se vio privado de dicha ayuda durante aproximadamente una década gracias a los esfuerzos del lobby étnico armenio y la Sección 907. Sin embargo, aquí hay matices.
Dado que las iniciativas de lobby armenias son financiadas por la comunidad de la diáspora y no por el gobierno armenio, es la comunidad la que establece la agenda y las prioridades, y sus recursos se destinan a promover estos objetivos. Para la comunidad armenio-estadounidense, el reconocimiento del genocidio ha sido un tema clave durante años. Gracias a la perseverancia, este objetivo se logró cuando ambas cámaras del Congreso y, finalmente, el presidente Joe Biden reconocieron el Genocidio Armenio.