A 107 años de la proclamación de la Primera República de Armenia, recordamos el coraje de un pueblo que resurgió de las cenizas del genocidio y la guerra.
El 28 de mayo de 1918 marcó un hito histórico para el pueblo armenio: el nacimiento de la Primera República de Armenia.
Tras siglos de dominación extranjera y apenas tres años después del inicio del genocidio armenio perpetrado por el Imperio Otomano, Armenia logró establecer su primer Estado independiente moderno, un sueño largamente anhelado por generaciones.
La proclamación tuvo lugar en medio de una profunda crisis humanitaria y política.
El Imperio Ruso se desmoronaba tras la Revolución Bolchevique, y las provincias del Cáucaso —incluyendo a Armenia, Georgia y Azerbaiyán— quedaron sin autoridad central. En este vacío de poder, el Consejo Nacional Armenio, liderado por figuras del Partido Socialdemócrata Hunchakian y la Federación Revolucionaria Armenia (Dashnaktsutiún), declaró la independencia en Tiflis (actual Tbilisi, Georgia).
Este acto de soberanía se produjo apenas días después de la Batalla de Sardarabad (21-29 de mayo de 1918), donde milicias armenias, con apoyo civil, lograron detener el avance del ejército otomano hacia Ereván.
La victoria en Sardarabad fue crucial: de haber caído, los armenios hubieran enfrentado una posible aniquilación total. Así, la independencia del 28 de mayo no fue solo política, sino también existencial.
La Primera República de Armenia fue frágil y breve, existiendo apenas hasta diciembre de 1920, cuando fue incorporada por la fuerza a la naciente Unión Soviética.
Sin embargo, su legado perdura.
Fue el primer Estado armenio moderno desde la caída del Reino de Cilicia en el siglo XIV, y sentó las bases institucionales, diplomáticas y simbólicas del actual Estado armenio, que recuperó su independencia en 1991.
Hoy, 28 de mayo, se celebra como el Día de la Primera República de Armenia, una jornada de reflexión y orgullo nacional.
En Ereván y en las comunidades de la diáspora, se recuerda con gratitud a quienes lucharon por un futuro libre, honrando a un pueblo que supo reconstruirse desde el dolor, con dignidad y esperanza.
A 107 años de aquel día histórico, la bandera tricolor ondea con la misma determinación de 1918, recordando que la libertad, aunque frágil, es siempre posible cuando un pueblo la defiende con coraje.
Diario Sardarabad