El politólogo Suren Surenyants escribe: «El presidente del Tribunal Constitucional declaró ayer que la Ley Fundamental de Armenia no contiene reivindicaciones territoriales ni contra Azerbaiyán ni contra ningún otro país». En una entrevista con Radio Libertad, Arman Dilanian calificó de falsas las acusaciones de los funcionarios azerbaiyanos sobre los reclamos territoriales, subrayando que estas fueron sometidas a un examen de expertos, incluso por organizaciones internacionales, antes de ser sometidas a referéndum.
Meses antes, cuando la Corte Constitucional examinaba la constitucionalidad de los reglamentos de las comisiones de delimitación, había decidido que sólo aquellas disposiciones de la Declaración de Independencia que fueron trasladadas a la Constitución tienen fuerza de norma constitucional. Ayer, el Presidente de la Corte Suprema enfatizó que el Preámbulo de la Constitución no es parte de la Declaración.
Estas exhaustivas explicaciones del Presidente del Tribunal Constitucional quizás cierren la agenda de adopción de una nueva Constitución a petición de Bakú.
Pero no sólo los funcionarios de Bakú permanecen impasibles, sino también Nikol Pashinian, que se ha convertido en su principal portavoz, quien literalmente hace unos días insistió en que la referencia a la Declaración de Independencia debería eliminarse del preámbulo de la Constitución.
Bayramov y Amirbekov siguen insistiendo en que la cuestión de la modificación de la Constitución de Armenia se viene discutiendo en el proceso de negociaciones desde 2022. Pashinian no niega esta afirmación.
Esta situación crea un panorama muy peligroso para Armenia, porque con la mano ligera de Pashinian, la cuestión de la Constitución armenia ha pasado a formar parte del proceso de negociación.
Si se acepta la demanda de Bakú, Armenia se convertirá en un subestado azerbaiyano.
El previsible "no" de nuestra sociedad también crea peligros, porque en Bakú se presentará como una manifestación del "revanchismo" del pueblo armenio, con peligrosas consecuencias.
Por lo tanto, la tarea de las fuerzas políticas es utilizar todos los medios disponibles para garantizar que el proceso constitucional iniciado por Pashinian fracase".