Puntos de vista: ¿debería Armenia interactuar aún más con otras naciones sin estado?

Seda Hakobian (Universidad Autónoma de Barcelona) y Alexandre Solano (Universidad de Barcelona) sostienen que la postura de la comunidad internacional frente al peor momento de la historia reciente de Armenia requiere un replanteo sobre la política exterior del país.

Ha quedado en evidencia, hoy más que nunca, que Armenia y el futuro de Artsaj están estrechamente ligados a Rusia. Sin embargo, el país tiene la oportunidad de construir y establecer bases para un orden justo, con un acercamiento a los reclamos de las naciones sin estado. Al defender el derecho de los ciudadanos a decidir su futuro, incluso si esto significa contradecir los intereses de algunos Estados que no están interesados en Armenia, esto puede significar una estrategia que fortalecerá la defensa de la democracia con respecto al derecho a la autodeterminación de las personas. Tomar una postura ejemplar puede elevar el perfil de Armenia por encima de otras naciones, pero también entre ciudadanos alrededor del mundo que verán a Armenia como un país defensor de la justicia para aquellos que no tienen voz en estados egocéntricos del orden internacional. A continuación nombraremos tres puntos que demuestran las ventajas de esta aproximación.

En primer lugar, Armenia debe estar interesada en generar un debate extenso sobre el derecho a la auto-determinación al rededor del mundo, repensar relaciones sólo traerá beneficios para el país.

En segundo lugar, ser un actor de sus propios ideales y estratega en el escenario internacional también le será favorable. Por ejemplo, el anterior Ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel García-Margallo reconoció que un escuadrón de aviones militares había sido enviado al Báltico a cambio de que Latvia, Lituania y Estonia se proclamasen a favor de la auto determinación de Catalunia. Por otro lado, simplemente el hecho de seguir la postura de Rusia en todas las cuestiones genera que otros países no tomen a Armenia con seriedad.

Finalmente, defender el derecho a la autodeterminación es la postura natural de Armenia, una postura que la hace sentir más cómoda, promocionando la democracia en el mundo y la región en donde los estados autoritarios están actuando menos y sin respeto.

De hecho, en 1991, junto con Estonia, Latvia y otros estados, Armenia ayudó a establecer Organización de Naciones y Pueblos No Representados (en inglés Unrepresented Nations and Peoples Organization) con el fin de promover la auto determinación, la no violencia y la democracia. Sin embargo, actualmente hay lazos más fuertes, solidaridad y comprensión entre El País Vasco, Kurdistán y Gales con los estados que han logrado independizarse, como Irlanda, Eslovenia, los Países Bálticos o Bélgica que con Armenia. 

El débil cuerpo diplomático armenio está completamente fuera del alcance de las entidades locales y regionales; están ignorando los movimiento de liberación nacional y tratando sin éxito de influenciar estados que no comparten la visión de auto determinación. Por motivos comerciales y económicos esos estados siempre apostarán a Turquía y no a la pequeña Armenia.

Catalunia, el País Vasco, Gales y Escocia han reconocido el Genocidio Armenio, mostrado su solidaridad y denunciado fuertemente los ataques sobre Artsaj, incluso si eso significó el rechazo de Turquía y sus aliados, sin pedir algo a cambio. De hecho, es sorprendente que Armenia se mantuvo aislado de ellos mientras pedía al mundo el reconocimiento de Genocidio y la independencia de Artsaj. Los periodistas sostienen que Armenia ha tratado de diferenciarse de otros casos y presentar el caso de Artsaj como único, cuando, de hecho, todas las causas resuenan de forma legítima, y enfatizan que Armenia podría tomar una posición más concisa con el objetivo de defender los derechos de los pueblos y la auto determinación.