La situación que se ha creado en el proceso de normalización de las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán durante el año pasado se puede llamar condicionalmente una “guerra de plataformas”, dijo el politólogo Gagik Kerian a Armenian News, NEWS.am.
Recordó que tras el fin de la guerra de 2020, las negociaciones se llevaron a cabo principalmente en un formato tripartito: Armenia-Azerbaiyán-Rusia.
“Hubo incluso varias reuniones en Moscú y Sochi, en las que se hizo hincapié en que el proceso de negociaciones sólo puede completarse en ese formato. Pero todo cambió en febrero de 2022, cuando la Federación Rusa lanzó una guerra a gran escala en Ucrania y se vio atrapada en problemas políticos y económicos bastante complejos. En este caso, la atención de los dirigentes rusos se centra principalmente en Ucrania.
Aprovechando esta situación, Occidente logró tomar la iniciativa de las negociaciones y llevarla a plataformas occidentales.
"Hasta ahora, Occidente ha conseguido mantener bajo su control el proceso de paz, pero no del todo, porque el presidente azerbaiyano, Aliyev, al haber iniciado una cooperación estratégica con la Federación Rusa y poder aprovechar la situación para 'resolver' la cuestión de Artsaj (Nagorno-Karabaj), tiene de algún modo obligaciones hacia el presidente ruso Putin, y muchas veces no actúa de manera independiente, sino a instancias de Moscú y Ankara.
Una de las pruebas de ello fue el hecho de que Aliyev no fue a Granada, y días pasados, al aparecer al lado del primer ministro armenio Pashinian en Londres, los líderes occidentales no lograron que se sentaran a la mesa de negociaciones ni siquiera durante media hora", afirmó Kerian.
Según Kerian, de esto se puede concluir que Occidente ha logrado llevar completamente a Pashinian a los formatos occidentales, y parcialmente a Aliyev, pero no podemos decir que hayan llegado a la conclusión de un tratado de paz entre ambos países.