En la supervivencia centenaria del pueblo armenio, la Batalla de Avarayr es una de las páginas más brillantes y heroicas de nuestra lucha de liberación, nuestra imagen nacional y una manifestación de voluntad indomable.

En nuestra historia, la Guerra de Vardanants es la primera etapa de las luchas ideológicas de nuestra nación, una brillante expresión de una demanda interna de derrotar a la muerte con la muerte, que elevó al hombre armenio a un nuevo nivel y creó un estándar completamente nuevo para evaluar su vida.

De hecho, si la lucha por la ilustración en nuestra patria comenzó con San Gregorio el Iluminador, y antes Mesrob Mashdots le diera una base nacional, los valientes de Vartan crearon con su propia sangre las nuevas ideas necesarias para la patria y una descripción sublime que se remonta a los siglos.

La lucha por la supervivencia de Vartanants, con sus impresionantes e inquebrantables consejos, ha inspirado y acompañado al pueblo armenio durante siglos en sus, a menudas desiguales, luchas por la supervivencia contra el enemigo.

Han pasado siglos desde la guerra de los Vartanants, pero la batalla de Avarayr no ha encontrado un final para los armenios, porque el peligro que amenaza a los armenios todavía está presente, por lo tanto, el consejo del sacrificio de los Vartanants debe sobrevivir de generación en generación en nuestra conciencia, como fortaleza de fe y espíritu nacional, y fortalecer nuestra fidelidad hacia ellos, nuestro voto de permanecer, de perdurar.

Hoy, y antes de que el pueblo armenio viva los días más peligrosos de su historia moderna, cuyo autor esta vez no es sólo el enemigo externo, sino también el enemigo interno, son los consejos de Avarayr los que nos sacarán de esta pesadilla.

Durante los últimos cinco años, como resultado de un malentendido histórico, un grupo de aventureros antipatrióticos tomó el poder de nuestra patria. Bajo su liderazgo antinacional, hacen todo lo posible para aplastar el espíritu de lucha de nuestro pueblo. Ceden tierras de la patria al enemigo, para mantener sus posiciones, están dispuestos a concluir la llamada paz con el enemigo, con quien la amistad es más peligrosa que la enemistad. Un gobierno que lucha abiertamente por destruir nuestros valores nacionales. Distorsiona el libro de texto de historia armenia, elimina a grandes patriotas como Raffi del libro de texto de literatura armenia, introduce historias de escritores azeríes en los libros de texto de preescolar en lengua armenia, intenta degradar a la Santa Iglesia Apostólica Armenia y con sus citas vagas e incomprensibles, destruye deliberadamente nuestro orgullo y gloria, que es el ejército armenio.

La amarga situación actual hace aún más importante la necesidad de dejarse guiar por los consejos de Avarair, donde el pueblo armenio luchó con la fe en su religión y su visión de patria. En la batalla de Avarayr, el ejército y la milicia del pueblo armenio estaban dirigidos por su selección nacional (élite), que eran los líderes y príncipes de los clanes nobles que poseían y defendían sus tierras, el clérigo armenio que guiaba a su pueblo con la Cruz de Cristo, las conscientes madres armenias y las hermanas abnegadas que lucharon por heredar la patria de sus seres queridos, una noble selección con la determinación de mantener intactas nuestra cultura y valores nacionales únicos, la independencia y la libertad de nuestro pueblo. Para visualizar esto aún mejor, vale la pena recordar el grupo de estatuas de bronce "Vartanank" (ver imagen) en la plaza Vartanants en Gyumri, el   monumento de múltiples elementos dedicado a la batalla de Avarayr. Arriba, sobre su caballo, sobre un pedestal estampado con las letras del alfabeto A  (aip) y B (pen),  está Vartán Mamigonian, sosteniendo una cruz, una bandera y una espada en sus manos. En los otros pedestales  se encuentran  los Katolilós de los armenios, Hovsep I, Vayotsdzrti V, Ghevont Yerets, la princesa Sahakanush y el noble príncipe Arshavir Kamsarakan.

Cada tribu y nación que conquistó nuestro país ha tenido como primera tarea decapitar y destruir nuestra elite nacional histórica. Y así, a lo largo de los siglos, nuestros linajes ministeriales, la iglesia, la cultura y la intelectualidad armenia se vieron afectados en primer lugar. En otras palabras, aquellos pueblos ideológicos como los Vartan, que conocían bien el valor de su tierra y cultura natal como propia, la defendieron incondicionalmente, apegándose a ella.

Hoy nuestra desgracia es que no tenemos figuras patrióticas nacionales de ese rango. A diferencia de esas épocas , hoy en la 3° República de Armenia encontramos el Dzidzernagapert, el edificio de la Ópera, el Memorial de la Madre Armenia, el Madenadaran que lleva el nombre de Mashdots y estructuras similares que inspiran la memoria y el orgullo nacional.

Para la república, para el Estado y contra las restricciones soviéticas, la selección de figuras patrióticas se compone principalmente de comerciantes y contratistas (hay un número muy pequeño de excepciones). El único objetivo de un "elegido" comercial es multiplicar su propia riqueza. Para un comerciante corriente, la patria es su cuenta bancaria. Con una especial capacidad de compromiso, está dispuesto a sacrificar la ideología nacional en aras de la prosperidad de sus propias inversiones. La élite mercantil es la élite pionera del "donde hay pan, hay comida". La antipatriótica "elección" actual de nuestra patria es producto de una política educativa y cultural equivocada de los últimos 30 años. Y a diferencia de la generación que liberó Artsaj producida por la república, los sucesivos gobiernos de las últimas tres décadas, consciente o inconscientemente, produjeron Nikol y el Nikolismo... Produjeron parásitos antinacionales, sus defensores y nada similar que prepararon el libro de texto de la problemática historia de hoy, pretendiendo ser historiadores.

¿Cómo revertir esta amarga realidad? Por ejemplo, necesitamos  crear un "Colegio Nacional Armenio", una empresa que tenga las capacidades del colegio globalista de Dilijan, pero que tienda exactamente a lo contrario, donde en condiciones de internado, desde el jardín de infantes hasta la universidad (con el aliento de los profesores llenos de espíritu ideológico nacional (cuya pérdida lamentablemente ya ha comenzado)), formen generaciones con un espíritu nacional-ideológico, por qué no, una mentalidad nacionalista radical, a cuyo futuro se les debe dar todas las oportunidades para ocupar altos cargos nacionales, estatales y militares. Se le darán todas las oportunidades y medios para vivir en la patria sin preocuparse por el pan de cada día ni por mantener una familia.

¿Qué harán con esto, sino los lugares de sacrificio de la Santa Iglesia Apostólica Armenia, que todavía se mantienen firmes en las estructuras nacionales de la Patria y la Diáspora, los Mkhitarian que iluminaron nuestras edades oscuras anteriores con su armenidad, el liderazgo actual de la Unión General Armenia de Beneficencia, invitada a permanecer fiel a la visión de sus fundadores, con sus estructuras inamovibles y sus oportunidades financieras, el Instituto Melkonian de Chipre, San Lazaro, el Murat Raphaelian College de Francia o los correspondientes edificios históricos de la Patria, con su tradicional esplendor, ¿para qué sirven sino para la creación de tales instituciones?

Hoy, los consejos de los héroes de Vartanants del inflexible Avaray, nos obligan a comprometernos con el deber sagrado de preparar una selección política, económica, financiera, científica, cultural y militar educada en el espíritu nacional. Sólo la renovada sekección de leyes nacionales puede asumir conjuntamente la responsabilidad de mejorar el presente y asegurar un futuro brillante para nuestra Patria y nuestro pueblo, mientras recordamos las siguientes líneas inmortales de el gran poeta Tekeyan:

Bajo el cielo oscurecido,
un rayo de sol surge repentinamente del suelo.

Y entrará en el alma de cada armenio,más allá de los rostros oscuros y helados .

El espíritu de Vartan, eterno,
entrará en el alma de cada armenio.

En las almas devastadas, sobresaldrán 
una espada y una cruz.

¡Golpeará con la cruz y escribirá con la espada
y bendecirá! Vartan es rojo.

Pasarán los siglos, pero Vartán valiente,
Vartán santo, siempre seguirá adelante.