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PREMIO MEJOR MEDIO DE PRENSA PUBLICADO EN LENGUA EXTRANJERA - MINISTERIO DE LA DIASPORA DE ARMENIA 2015
Opinion - Hagop Avedikian
Para unir hay que unirse
16 de Abril de 2023

Hace unas semanas, en la página de "Azg", bajo el título "Unificarse en torno a los armenios de Artsaj", señalamos a la Iglesia Apostólica Armenia como la única y última herramienta para la unificación y consolidación pan-armenia, como suprapartido, estructura suprapolítica y supraestatal, para derrotar la apatía del pueblo en estos días terribles, para cumplir su misión de unificar las estructuras nacionales e incluso a las autoridades, para la salvación de los armenios bloqueados de Artsaj y el Estado armenio.

El escrito recibió diversas reacciones, positivas y negativas, en su mayoría sin firmar.

Entre las negativas, hubo frecuentes críticas a la Iglesia Armenia, a veces al nivel de garabatos. No consideramos necesario abordar estas últimas, pero consideramos correcto hacer una breve referencia a tres de las objeciones.

A) De acuerdo con la constitución, la Iglesia está separada del estado, por lo tanto, los miembros de la iglesia no deben involucrarse en asuntos políticos.

B) En los últimos 4-5 años, ha habido relaciones tensas entre el Estado y la Iglesia, mientras que sin la participación o el acuerdo del Estado, cualquier iniciativa de una construcción pan-armenia es imposible, condenada al fracaso, como fue el caso de el último foro de febrero invitado por Ruben Vardanian, que quedó intrascendente y fútil, como  también, por supuesto, considerando el "resultado" que el honorable director del Madenataran, Vahan Der Ghevondian, renuncie a su cargo, por haber cedido el hall en el edificio que gestionó a los organizadores de la conferencia...

C) La Iglesia armenia misma está dividida y existen agudas contradicciones no solo entre Etchmiadzin y Antilias, sino también entre el Patriarcado de Jerusalén y la Santa Sede.

Efectivamente, las tres son objeciones serias que merecen discusiones y reflexiones profundas más allá de las estrechas columnas de la prensa. Sin embargo, en solo una referencia superficial, se puede decir que:

a) La Constitución define claramente a la Iglesia armenia como la Iglesia Nacional. Por tanto, en todos los asuntos nacionales, la Iglesia tiene el derecho, y más aún, el deber de expresar su palabra y obrar al servicio de los armenios y de su patria. Al mismo tiempo, nuestra Iglesia es una de las fundadoras del estado de Armenia, no lo olvidemos. Solo recordemos al Vazken I. El discurso dado del Katolilós en el Parlamento armenio, en la sesión de la Declaración de la Independencia, sin olvidar que la Santa Sede se convirtió en la primera benefactora de nuestro nuevo estado independiente, al proporcionar casi todo el dinero que tenía, no solo en palabras, sino también de hecho.

b) Desafortunadamente, Nikol Pashinian consideró su deber sagrado humillar a la Iglesia Armenia inmediatamente después de asumir el cargo de Primer Ministro. Uno de sus primeros decretos fue privar al Patriarca de Todos los Armenios del derecho a la protección estatal. Desde entonces, en lugar de utilizar la autoridad global y pan-armenia de la Iglesia Armenia, sobre la cual nuestro difunto editor en jefe Yervant Azdian se refirió en innumerables escritos, el Primer Ministro, N. Pashinian y su régimen, si no han perseguido, al menos han ignorado el papel, las capacidades y la autoridad de la Iglesia Armenia. Ignorancia y antipatía, para el bien de todo tipo de sectas, incluso pagando a algunos para la destrucción de la Iglesia armenia y de los creyentes. Aquí está la verdadera "quinta columna".

c) En cuanto a la Iglesia Armenia, si no la división, entonces la cuestión de la desunión interna, es lamentablemente una realidad y, en primer lugar, es deber de los líderes de nuestra iglesia unirse prácticamente, resolver rápidamente los desacuerdos existentes y salir de lo partidista y ambiciones egoístas, que son el resultado de que desde los años 50 del siglo pasado hasta el día de hoy, los armenios en Armenia, Artsaj y la Diáspora se convirtieron en víctimas de intrigas geopolíticas.

La iglesia es la sal de nuestra Nación y Estado Nacional, y como dijo Cristo, si la sal pierde su sabor, ¿entonces con qué será salada?

No hay tiempo. La Iglesia debe unirse para que puedan unir.

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