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Jueves 06 de Noviembre - Buenos Aires - Argentina
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Locales - Editorial Diario Sardarabad
El recuerdo del Arzobispo Kissag Mouradian
06 de Noviembre de 2025

Buenos Aires, 6 de noviembre de 2025.- Hoy, 6 de noviembre, fecha en la que celebraríamos el cumpleaños 74° del arzobispo Kissag Mouradian, la comunidad armenia lo recuerda con profunda emoción y gratitud. Su vida fue una huella luminosa de fe, humildad y servicio; una llama que continúa encendida en cada corazón que él tocó con su palabra y su ejemplo.

En el año del 50º aniversario de Sardarabad, su voz —serena, firme y profundamente humana— resonó con la claridad de los hombres que hablan desde el alma. Fue en aquel acto donde se lo distinguió en reconocimiento y cariño por haber sido elegido “Hombre del Año” en dos oportunidades.

Con su habitual sencillez, monseñor Mouradian expresó entonces:

“Sardarabad no es sólo un diario. Es la memoria viva de nuestro pueblo. Cada palabra escrita allí es una semilla que mantiene encendida la llama de Armenia en la diáspora.”

Aquellas palabras, pronunciadas con la ternura de quien comprende el poder del lenguaje como acto de fe, se transformaron en un mensaje eterno a la comunidad: preservar la identidad, fortalecer la unidad y mirar el futuro con esperanza.

En armenio, cerró su mensaje con una bendición que hoy, en el día de su natalicio, resuena con más fuerza que nunca:

“Աստուած օրհնէ մեր ժողովուրդը եւ մեր հայրենիքը”
(“Que Dios bendiga a nuestro pueblo y a nuestra patria.”)

A lo largo de su vida pastoral, el arzobispo Mouradian fue más que un guía espiritual: fue un puente entre generaciones, un guardián de la fe y un constructor de comunidad. Con su mirada profunda y su palabra serena, acompañó el crecimiento de las instituciones armenias, promovió el diálogo ecuménico y sostuvo la esperanza incluso en los tiempos más difíciles.

Su amor por la Argentina fue tan sincero como su devoción por la tierra de sus antepasados. “Esta tierra me acogió y yo la amo”, solía decir, recordando su llegada desde Alepo y su decisión de servir para siempre en el Río de la Plata.

Hoy, en el día en que habríamos celebrado su cumpleaños, sentimos que su presencia sigue viva en cada templo, en cada palabra pronunciada con fe, en cada gesto de unidad y amor al prójimo.

Su voz, que en aquella celebración de Sardarabad habló de gratitud, sigue iluminando nuestro camino como comunidad.

“La verdadera grandeza —dijo entonces— no está en ser recordado, sino en haber servido con amor.

Esa frase, sencilla y profunda, resume la vida de quien supo ser pastor y amigo, maestro y hermano.

Que su palabra siga viva, inspirando a quienes creemos que la memoria, la cultura y la fe son los pilares sobre los que se construye un pueblo libre y digno. Y que, en este día de su nacimiento, su legado vuelva a florecer en cada oración, en cada acto de servicio y en cada mirada hacia el futuro con esperanza.

https://youtu.be/FAnUqZQsznk?si=ym73QkINFQAQM2S1 

 

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