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Locales - Malkassian
"No vamos a permitir que vuelvan a cometer un nuevo genocidio contra nuestro pueblo"
27 de Septiembre de 2020

Con motivo del ataque de Azerbaiyán del 27 de septiembre sobre Artsaj y su población civil, el Dr. Roberto Malkassian, especialista en Derecho Internacional, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y responsable de la Cátedra Libre de Holocausto, Genocidio y Lucha contra la Discriminación de la misma Facultad, recibió numerosos mensajes de solidaridad de sus pares, a quienes agradeció, respondiendo de la siguiente manera.

"Sin duda alguna, que el pueblo de Nagorno-Karabaj está compuesto en un 82% de armenios que están allí desde hace unos 4.000 años.

Los azeries son turcos y entraron a sangre y fuego en la region en el S. XIV de nuestra era.

Ese territorio está pegado a Armenia y por un capricho de Stalin, que rediseñó el mapa de la URSS, quedó como Territorio Autónomo pero bajo soberanía de Azerbaiján.

Al aflojar las riendas Gorbachov en 1988, la gente de Nagorno-Karabaj quiso liberarse de la condicion colonial a la que la sometía Azerbaiján, país muy rico en gas y petróleo. No había hospitales, agua corriente, apenas algún colegio, caminos destrozados, y además ni siquiera tenían derecho a voto en Azerbaiján.

El pueblo invocó su derecho a la autodeterminación; Azerbaiján contestó con una tremenda masacre que recordó el genocidio de 1915, y con la ayuda de Armenia se ganó la guerra.

Nagorno-Karabaj se declaró independiente.

Allí intervino la OSCE y se formó el grupo de Minsk (Francia, USA y Rusia) para negociar la paz. Se pactó un cese el fuego que cada dos o tres meses es roto por los azeries que matan algunos civiles armenios del otro lado de la frontera.

A los soldados armenios que capturan, chicos de 18-20 años, los devuelven a la Cruz Roja en cajas, cortados en cuatro o cinco pedazos, como reses.

A pesar de la guerra,  Nagorno-Karabaj se ha transformado en un lugar en el que daría gusto vivir: escuelas, universidad, hospitales, caminos pavimentados, emprendimientos turísticos franceses, teatros, cines, auditorios de música, protección del patrimonio cultural de 4000 años.

Del otro lado de la frontera, los azeries destruyen cementerios, catedrales medievales, acueductos antiquísimos por el solo hecho de pertenecer a los armenios.

En fin, el tema tiene varias aristas, es lógicamente más complejo pero creo haber hecho un resumen de lo esencial. Nuevamente gracias por vuestra solidaridad y apoyo.

Les aseguro que los armenios no vamos a permitir que vuelvan a cometer un nuevo genocidio contra nuestro pueblo."

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