El Katolikosado de la Santa Sede de Etchmiadzin expresó su enérgico rechazo a la detención del jefe de su Cancillería, Su Eminencia el arzobispo Arshak Khachatrian, arrestado el 4 de diciembre bajo lo que la institución califica como “acusaciones infundadas y fabricadas”. Según el comunicado difundido por Etchmiadzin, el tribunal ordenó su prisión preventiva sin sustento real, lo que —asegura— constituye un grave atropello a los derechos del alto prelado.
La sede espiritual de la Iglesia Apostólica Armenia sostiene que este caso se inscribe en una serie de presiones y actos de hostigamiento ejercidos recientemente contra la institución religiosa. El Katolikosado denuncia la existencia de una “campaña de persecución política” dirigida contra miembros del clero, donde la detención de altos dignatarios bajo cargos considerados falsos sería una nueva manifestación de una política gubernamental de confrontación y de un discurso de odio hacia los representantes eclesiásticos.
En su declaración, la Santa Sede de Etchmiadzin exige el cese inmediato de lo que describe como “persecución ilegal” contra el arzobispo Arshak Khachatrian y los demás clérigos actualmente privados de libertad. La institución reclama también la restitución plena de sus derechos vulnerados y la suspensión de todas las acciones judiciales que —según afirma— responden a motivaciones políticas más que a fundamentos legales.