El reconocido abogado internacional Robert Amsterdam, defensor del empresario armenio Samuel Karapetian, denunció que en Armenia se están llevando adelante persecuciones políticas bajo apariencia judicial, afirmando que “cuando el poder apunta a sus opositores, la ley se convierte en un arma y los tribunales en un garrote”.
Amsterdam sostuvo que la detención de Karapetian y las causas iniciadas en su contra, especialmente las vinculadas a la empresa “Red Eléctrica de Armenia” (HEC), constituyen una sanción política contra quien “tuvo el coraje de defender a la Iglesia Apostólica Armenia y los valores nacionales”.
Según explicó el abogado, los hechos hablan por sí mismos:
En los mismos días en que Karapetian fue detenido, el gobierno intentó de manera urgente y con violaciones flagrantes de la ley tomar el control de la compañía HEC, lo cual —dijo— representa un ataque directo a la propiedad privada, motivado exclusivamente por ánimo de venganza política.
La defensa de Karapetian inició acciones basadas en el Acuerdo Internacional de Protección de Inversiones entre Armenia y Chipre.
Como resultado, el Instituto de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo dictó una resolución urgente que obliga al Gobierno de Armenia a:
Abstenerse de aplicar las nuevas disposiciones legales que afectan a HEC.
Detener cualquier intento de confiscación o control forzoso de la empresa.
Amsterdam subrayó que esta decisión “demuestra que las acciones del gobierno armenio suscitan serias dudas desde el punto de vista del derecho internacional” y que “un tribunal internacional está frenando la ilegalidad de las autoridades armenias”.
El letrado advirtió además que el incumplimiento de esta resolución obligatoria por parte del gobierno “tendrá graves consecuencias internacionales” y se convertirá en “una nueva prueba de que para las autoridades actuales el Estado de derecho no es más que una consigna vacía”.
“Armenia debe respetar la justicia internacional. Continuaremos nuestra lucha en defensa de la verdad y la justicia”, concluyó Robert Amsterdam.