La Santa Sede de Etchmiadzin condenó las recientes decisiones judiciales que prolongan la detención del arzobispo Mikael Achabahian y del benefactor nacional Samuel Karapetian, calificándolas de una nueva violación de la justicia y una muestra de la total dependencia de los tribunales respecto del poder político.
Según el comunicado, con resoluciones infundadas como estas, la justicia adquiere un carácter punitivo y los tribunales se convierten en instrumentos de represión contra la libertad de expresión y de religión.
“Este proceder es propio de sistemas totalitarios y no tiene relación alguna con los valores democráticos que las propias autoridades proclaman”, advirtió Etchmiadzin.
La institución eclesiástica denunció además que la presión contra la Iglesia, sus clérigos y benefactores, junto con las campañas de terrorismo informativo, no podrán silenciar “la voz de la conciencia y la justicia”.
Etchmiadzin exigió la inmediata restitución de los derechos de Achabahian y Karapetian, el fin de la persecución ilegal y la liberación sin demora.