El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) expresa su profunda preocupación por los recientes acontecimientos que afectan a la Iglesia Apostólica Armenia, en Armenia, incluidas las acciones de los organismos encargados de hacer cumplir la ley, en la Santa Sede de Echmiadzin y la detención clérigos de altos cargos.
La Iglesia Apostólica Armenia tiene una importancia especial y venerable en la vida espiritual, cultural e histórica del pueblo armenio. Es también un miembro esencial e indispensable de la familia cristiana mundial y contribuye enormemente al movimiento ecuménico y al testimonio conjunto de la Iglesia en todo el mundo.
Los informes sobre el uso de la fuerza contra lugares sagrados y la detención de clérigos, plantean graves preocupaciones respecto de la protección de la libertad religiosa, la santidad del culto y la autonomía de las instituciones religiosas.
También reconocemos el impacto que la retórica pública puede tener en tiempos de tensión regional. El discurso percibido como hostil o despectivo hacia las comunidades religiosas corre el riesgo de profundizar las divisiones sociales en un momento en que la unidad y la comprensión son más necesarias que nunca.
En este contexto, el Consejo Mundial de Iglesias insta respetuosamente al Gobierno de Armenia a:
Garantizar la protección, la dignidad y los derechos legales de todos los líderes e instituciones religiosas.
Abstenerse de realizar acciones o declaraciones que puedan interpretarse como un ataque a las instituciones religiosas o una incitación a la hostilidad pública.
Respetar los principios de libertad religiosa, el debido proceso y la expresión pacífica de la fe.
Fomentar el diálogo abierto y constructivo entre las instituciones estatales y las comunidades religiosas.
El Consejo Mundial de Iglesias apoya a la Iglesia Apostólica Armenia, cuyo testimonio histórico y papel duradero han contribuido en gran medida durante mucho tiempo a la vida espiritual y al fortalecimiento tanto del pueblo armenio como de la comunidad cristiana mundial.
Seguimos orando por la sabiduría y la perspicacia de los líderes de Armenia, por el bienestar del clero y los fieles, así como por una resolución de los problemas actuales basada en la justicia, la paz y el respeto para todos.
En este momento crítico, hacemos un llamado a todas las partes implicadas a actuar con responsabilidad, sensibilidad y compromiso con los valores que promueven la dignidad, el diálogo y la coexistencia pacífica.