Prólogo : Un marco para la responsabilidad y la reaccion.
Isaías 58:12 — «Tu pueblo reconstruirá las ruinas antiguas, y tú levantarás los cimientos de muchas generaciones. Serás llamado el que reconstruye la brecha, el que restaura las calles para vivir».
Gálatas 6:2 — “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”
Esta conferencia internacional sobre la preservación del patrimonio religioso, cultural e histórico armenio, se convocó en respuesta a los llamados urgentes de las comunidades religiosas, las instituciones académicas y la sociedad civil, en relación con el desplazamiento forzado del pueblo armenio en 2023 y la continua destrucción de su patrimonio sagrado. Basada en los principios de dignidad humana, libertad de religión y derechos culturales, la conferencia se fundamenta en los marcos jurídicos internacionales vigentes, incluida la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado y las convenciones pertinentes de la UNESCO. La conferencia responde al llamado de la Iglesia Apostólica Armenia y está organizada por el Consejo Mundial de Iglesias y la Iglesia Protestante Suiza, que reconocen el vínculo indisolubre entre el patrimonio cultural, la identidad y la justicia.
Esta reunión en Berna expresa el compromiso colectivo de salvaguardar el patrimonio común de la humanidad mediante el testimonio de la verdad, la preservación de la memoria y la acción internacional coordinada.
1 . Reconocimiento de la pérdida trágica y el deber de dar testimonio
Registramos con profundo pesar el desplazamiento forzado de más de 120.000 armenios étnicos de Artsaj/Nagorno-Karabaj tras las operaciones militares y el bloqueo de septiembre de 2023. Somos testigos de la eliminación de la presencia cristiana armenia centenaria en la región, la destrucción masiva de iglesias, cementerios, monumentos y otros sitios sagrados y culturales, como lo documentan organizaciones independientes como Caucasus Heritage Watch, Save Armenian Monuments, Monument Watch y otras instituciones culturales.
2 . Reafirmación de las obligaciones morales y jurídicas
Teniendo en cuenta las observaciones de expertos y especialistas en derecho internacional, reafirmamos que la destrucción del patrimonio cultural es una violación del derecho internacional humanitario y puede considerarse un crimen de lesa humanidad y una muestra de intención genocida.
Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional, en particular a las Naciones Unidas y la UNESCO, para que garanticen la rendición de cuentas y protejan el patrimonio cultural y religioso de conformidad con sus mandatos.
También afirmamos el derecho de los pueblos desplazados por la fuerza a regresar a sus tierras ancestrales en condiciones de seguridad, dignidad y libres de discriminación.
3 . Énfasis en el compromiso espiritual e interreligioso
Como iglesias y comunidades religiosas, creemos que la protección del patrimonio no se limita a la protección de monumentos: es una expresión viva de la fe, la identidad y la memoria. En esta conferencia, líderes religiosos de las tradiciones cristiana, judía, musulmana y yazidí coincidieron en destacar que la preservación del patrimonio religioso es una expresión de nuestra humanidad común y un camino hacia la reconciliación.
Destacamos el papel de la cooperación interreligiosa en la sanación, el restablecimiento de la confianza y la promoción de la dignidad de todas las personas afectadas por el desplazamiento, la guerra y la limpieza cultural.
4 . Llamado a la acción internacional coordinada
Instamos:
5 . Aprendiendo del pasado, actuando para el futuro
Tomando lecciones de otros casos de destrucción cultural y violaciones de derechos destacados en esta conferencia, incluidos los ejemplos de Chipre, Grecia e Irak, afirmamos la importancia de preservar la memoria y proteger la identidad frente al cambio político y la ocupación.
Proteger el patrimonio, puede ser fuente de reconciliación. Cuando se destruye, el trauma y la injusticia se profundizan.
Agradecemos a quienes compartieron sus testimonios de desplazamiento, coraje y resiliencia, particularmente a los sobrevivientes y representantes de las comunidades armenias de Artsaj/NKR.
6 . Nuestras responsabilidades generales
Nos comprometemos a:
Que esta declaración sirva como testimonio de nuestra responsabilidad compartida y como un documento vivo de solidaridad, conciencia y compromiso. El patrimonio de Artsaj/Nagorno-Karabaj pertenece no solo al pueblo armenio, sino a toda la humanidad, y es nuestra responsabilidad colectiva protegerlo.
Dirigimos esta declaración a todos los actores de buena voluntad y nos comprometemos a difundir su mensaje a través de la política, la oración y la acción profética.