El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se solidariza con el Patriarcado Armenio de Jerusalén ante la injusta orden de embargo emitida por la municipalidad de Jerusalén. Denunciamos este acto como un flagrante ataque a la libertad religiosa y una alarmante violación del statu quo histórico que rige en los Santos Lugares de Jerusalén.

Durante siglos, el Patriarcado armenio, junto con otras instituciones cristianas, ha salvaguardado el patrimonio sagrado de Tierra Santa, sirviendo como un faro de fe, servicio comunitario y justicia. Las medidas coercitivas adoptadas contra el Patriarcado constituyen no sólo una farsa jurídica y moral, sino también un precedente peligroso que amenaza a todas las instituciones cristianas de Jerusalén.

Esta acción imprudente es parte de un patrón más amplio de crecientes presiones, disputas por tierras y actos de intimidación contra las comunidades cristianas en la Ciudad Santa, actos que el CMI ha condenado repetidamente.

Instamos al Gobierno israelí a que congele de inmediato los procedimientos de embargo y defienda el statu quo de Jerusalén, reconocido internacionalmente. Instamos además a la comunidad internacional, incluidos los dirigentes religiosos y políticos, a que adopten medidas decisivas para proteger los derechos fundamentales de las comunidades cristianas y garantizar que Tierra Santa siga siendo un lugar de culto, paz y coexistencia para todos.

El Consejo Mundial de Iglesias reafirma su compromiso inquebrantable con la justicia y la paz en Tierra Santa. Seguiremos abogando, acompañando y alzando nuestra voz en defensa del patrimonio sagrado y la dignidad de todos los habitantes de Tierra Santa.

Que la justicia prevalezca y que la justicia y la paz se abracen en la ciudad que es santa para todos nosotros.

Reverendo Prof. Dr. Jerry Pillay
Secretario General
Consejo Mundial de Iglesias