La Embajada de Estados Unidos en Azerbaiyán publicó un mensaje en la red social X expresando condolencias en el marco del “Día de los Mártires de Azerbaiyán”.
En el comunicado se lee:
“En el Día del Recuerdo de las víctimas azerbaiyanas, recordamos a aquellos que perdieron la vida durante las décadas de conflicto. El 8 de agosto fuimos testigos en Washington de la apertura de una nueva página en el Cáucaso Sur. Estados Unidos continuará sus esfuerzos para lograr una paz duradera en la región. Hoy, la Embajada de Estados Unidos expresa sus más profundas condolencias a los azerbaiyanos y a sus familias que han perdido a sus seres queridos”.
El mensaje de Washington fue difundido justamente el día en que se cumplen cinco años de la agresión militar lanzada por Azerbaiyán contra Artsaj, el 27 de septiembre de 2020. Sin embargo, la Embajada no hizo ninguna referencia a esta fecha ni a las consecuencias devastadoras que esa ofensiva tuvo para el pueblo armenio.
Este silencio genera interrogantes: ¿acaso con semejante gesto se terminan justificando las operaciones militares de Azerbaiyán, sus crímenes de guerra, la limpieza étnica y el genocidio cometido contra la población de Artsaj?
Estados Unidos expresó condolencias a los familiares de “los azerbaiyanos caídos en el conflicto”, pero no mencionó ni una sola palabra sobre:
Los miles de soldados y civiles armenios muertos como resultado de la guerra desatada por Bakú.
Los 120.000 habitantes de Artsaj expulsados de su tierra natal en un proceso de limpieza étnica.
Los prisioneros de guerra y rehenes armenios que siguen encarcelados en las prisiones de Bakú hasta el día de hoy.
El mensaje diplomático norteamericano, lejos de equilibrar la memoria de las víctimas de ambos pueblos, termina reforzando la narrativa oficial de Bakú y omitiendo las atrocidades sufridas por el pueblo armenio. Una omisión que, en la práctica, equivale a un aval indirecto de las agresiones azerbaiyanas y del silenciamiento de las víctimas armenias de Artsaj.