En una extensa entrevista televisiva el 27 de agosto, el líder azerbaiyano Ilham Aliyev afirmó que una parte clave del plan de paz propuesto por el expresidente estadounidense Donald Trump para el Cáucaso puede implementarse rápidamente. Sin embargo, indicó que no puede decirse lo mismo respecto a la normalización de las relaciones entre Azerbaiyán y Rusia, que permanecen profundamente deterioradas.
Aliyev habló en detalle sobre el acuerdo provisional de paz que firmó junto con el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, y el entonces presidente estadounidense Donald Trump el 8 de agosto en Washington. Mostró un amplio optimismo, asegurando que este acuerdo marca el fin de casi cuatro décadas de conflicto y “abre oportunidades completamente nuevas para la región del Cáucaso del Sur, y también para Asia Central y Oriente Medio”.
En declaraciones al canal de televisión Al Arabiya, Aliyev afirmó que firmará el tratado de paz tan pronto como Armenia modifique su Constitución para reconocer la soberanía de Bakú sobre Nagorno-Karabaj, un territorio largamente disputado. Las fuerzas azerbaiyanas recuperaron el control total de Karabaj en 2023. No obstante, Aliyev expresó dudas sobre si Ereván realizará esta enmienda rápidamente, debido a la sensibilidad del tema en la población armenia y a la baja popularidad del gobierno de Pashinian.
“Espero que nada interfiera en este proceso”, dijo Aliyev. “Pero, nuevamente, no tengo garantías al 100%, porque no conozco bien la política interna de Armenia. Sabemos que el próximo verano tendrán elecciones parlamentarias y que están trabajando en un borrador de nueva Constitución. Pero si hay interferencia externa fuerte, entonces sí, podríamos pensar que algo podría romper lo acordado”.
El líder azerbaiyano sugirió que, incluso sin un tratado de paz firmado y ratificado, otras partes del plan de paz de Trump podrían avanzar, especialmente el desarrollo de un corredor de tránsito conocido como la Ruta Trump para la Paz y la Prosperidad Internacional (TRIPP, por sus siglas en inglés). Dado que el nombre de Trump está ahora vinculado al proyecto, afirmó: “Estoy seguro de que se materializará muy pronto”.
Aliyev explicó que Bakú ya ha construido gran parte de la infraestructura vial y ferroviaria en su territorio para conectarse con TRIPP, un corredor de 42 kilómetros que incluiría carreteras, vías férreas y oleoductos a través del territorio armenio, uniendo Azerbaiyán continental con su exclave de Nakhichevan. Por su parte, Turquía ya ha comenzado la construcción de una línea de ferrocarril que conectará Nakhichevan con el centro ferroviario de Kars, en Turquía.
Según Aliyev, es en interés económico de Armenia completar TRIPP, ya que el corredor podría convertirse en una fuente lucrativa de ingresos por tránsito. “Considerando que los volúmenes de carga que viajan desde Asia hacia Europa a través de Azerbaiyán crecen año tras año, estoy seguro de que TRIPP será un enlace de transporte clave que conecte los continentes”, afirmó. Añadió que la construcción del tramo ferroviario de 42 kilómetros a través de Armenia podría completarse en tan solo un año.
En cuanto a las relaciones entre Azerbaiyán y Rusia, Aliyev confirmó que continúan en un profundo congelamiento diplomático. El punto central de la tensión es la derribo accidental por parte de Rusia de un avión civil azerbaiyano en diciembre pasado. Aliyev acusó a las autoridades rusas de intentar encubrir su responsabilidad en el incidente y afirmó que “la reacción de los funcionarios rusos creó una gran frustración y decepción en Azerbaiyán”.
Durante la entrevista, Aliyev hizo un repaso histórico, culpando indirectamente a Rusia por crear las condiciones que desencadenaron el conflicto armenio-azerbaiyano a finales de la década de 1980, durante la disolución de la Unión Soviética. Recordó que tras la caída del Imperio zarista, Azerbaiyán fue un Estado independiente entre mayo de 1918 y abril de 1920, “cuando el ejército ruso invadió y ocupó el país”. Agregó que los bolcheviques separaron Najichevan de Azerbaiyán y cedieron territorios intermedios a Armenia, “dividiendo así a Azerbaiyán en dos”.
“Nosotros establecimos nuestro propio Estado, pero los bolcheviques nos lo arrebataron”, afirmó.
Estas interpretaciones históricas generaron una fuerte reacción en Moscú. Varios funcionarios rusos criticaron duramente sus declaraciones. El influyente diputado ruso Konstantin Zatulin calificó los comentarios de Aliyev como un “ataque” contra Rusia.
Otro parlamentario, Mijaíl Matvéyev, afirmó que Aliyev debería sentirse agradecido de que Azerbaiyán fuera incorporado a la que luego se convertiría en la Unión Soviética. “La rusofobia es una enfermedad muy peligrosa que solo empeora con los años”, dijo Matvéyev, según citó el medio Lenta.ru.
Este artículo fue publicado originalmente en www.eurasianet.org el 27 de agosto. Traduccón de Sardarabad