El canal estadounidense Fox News publicó un artículo del hijo de Ruben Vardanian, David Vardanian.
A continuación la traducción:
“Mi padre ha estado en prisión durante más de 550 días simplemente por ser cristiano.
Durante los últimos 10 años, el propósito de su vida ha sido la caridad, especialmente en su tierra natal, Armenia.
Imaginen comunidades enteras obligadas a abandonar sus hogares, iglesias y tumbas ancestrales en 24 horas. Esta pesadilla se convirtió en realidad para 120.000 cristianos armenios cuando Azerbaiyán llevó a cabo la limpieza étnica en Nagorno-Karabaj, Artsaj.
Entre quienes pagaron ese alto precio se encuentra Rubén Vardanian, quien ahora está encarcelado por intentar ayudar. La última vez que algo así les sucedió a los armenios, Estados Unidos respondió y les tendió la mano.
Cuando los turcos otomanos mataron a 1,5 millones de cristianos armenios durante el primer genocidio del siglo XX, los estadounidenses comunes formaron el Comité de Ayuda Estadounidense en Medio Oriente, recaudando más de 117 millones de dólares (aproximadamente 2.700 millones de dólares en valor actual) para salvar a los huérfanos y refugiados armenios. Fue la primera gran iniciativa humanitaria internacional de Estados Unidos. Los armenios que sobrevivieron se convirtieron en parte de la vida estadounidense. Cada vez que los estadounidenses disfrutan la música de Cher, ven los shows de Kim Kardashian o recuerdan las victorias de tenis de Andre Agassi, se conectan con el legado de las personas que sobrevivieron al Genocidio Armenio y encontraron refugio en Estados Unidos.
Hoy, sin embargo, mi padre, Ruben Vardanian, no tiene la oportunidad de contar su historia. Ha permanecido en prisión durante más de 550 días por cargos con motivaciones políticas, simplemente por defender el derecho de los armenios de Artsaj a vivir en su patria ancestral.
Él no está solo. Hoy en día, al menos 23 cristianos armenios están detenidos ilegalmente en Bakú. Además, según estimaciones de organizaciones públicas, en Azerbaiyán hay más de 300 presos políticos, entre ellos defensores de los derechos humanos, periodistas y activistas armenios y azerbaiyanos.
El motivo del encarcelamiento de mi padre no son sus actividades políticas, sino su voluntad de apoyar a personas en situaciones difíciles en todo el mundo, incluso en Nagorno-Karabaj. Antes de convertirse en preso político, era conocido como empresario y filántropo. Durante los últimos 10 años, el propósito de toda su vida ha sido la caridad, especialmente en su tierra natal, Armenia. Como parte de ese trabajo, cofundó la Iniciativa Humanitaria Aurora, un movimiento humanitario global que honra a las personas que arriesgan sus vidas para ayudar a otros en Ruanda, Irán, Afganistán y otros lugares.
Como hace 110 años, hoy esperamos que Estados Unidos vuelva a apoyar a los armenios que son perseguidos por su nacionalidad y su fe. Personalmente, estoy hoy aquí porque mi bisabuelo fue salvado por un orfanato estadounidense fundado por misioneros cristianos en Echmiadzin. Hoy también nos damos cuenta de que los armenios no están solos. Lo más importante es que el presidente Trump ha prometido proteger a los cristianos armenios perseguidos tanto en Azerbaiyán como en otros lugares. Es este tipo de apoyo y presión el que finalmente prevalecerá.
Seguimos el liderazgo del presidente Donald Trump y esperamos que cumpla su compromiso de ser un Presidente para la Paz. Puede lograrlo obligando al régimen de Bakú a comprender que debe respetar el derecho internacional y demostrar su compromiso con la paz en el Cáucaso liberando a mi padre y a otros prisioneros armenios”.
Liberen a los prisioneros armenios