Uno de los incendios forestales más mortíferos en la historia de Estados Unidos, que ya ha devastado partes de Los Ángeles esta semana, ha sido desviado por los vientos, lo que ha obligado a 153.000 personas a evacuar inmediatamente y a otras 166.000 se les advirtió prepararse para abandonar sus hogares.
El martes pasado, los incendios que se desataron en la región de Los Ángeles cubrieron 15 mil hectáreas. Al día de hoy, domingo, se han localizado tres brotes más.
Decenas de miles de personas ya se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Como resultado del incendio, 12 mil vipropiedades resultaron gravemente dañados o completamente destruidos.
El número de víctimas al día domingo 12 de eneri, por la mañana, según las autoridades de la ciudad, llegó a 16.
El fuego ha envuelto nuevas áreas de la ciudad mientras los fuertes vientos se han reanudado después de una breve pausa.
Es posible que se necesiten semanas para extinguir el incendio. dice Lyndon Pronto, experto en incendios forestales del Instituto Forestal Europeo.
Los servicios de emergencia advierten que la situación sigue siendo muy peligrosa.
"Los vientos volverán a aumentar en los próximos días", dijo Dean Criswell, jefe de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
Las autoridades dicen que aún no pueden decir qué causó los incendios.
Los incendios forestales ocurren de forma natural. Los científicos dicen que el cambio climático inducido por el hombre está afectando significativamente el clima y la dinámica de los incendios.
Entre los residentes de Los Ángeles está creciendo el descontento con las acciones de las autoridades y la falta de preparación para tales desastres.
Ayer, el gobernador de California, Gavin Newsom, dijo que ordenaría una investigación independiente sobre el trabajo de los servicios de emergencia.
En particular, en las primeras horas del incendio quedó claro que no había suficiente suministro de agua para extinguirlo. Según el gobernador, esto es muy preocupante y durante la investigación preliminar deberán responderse muchas preguntas.
La jefa de bomberos de Los Ángeles, Christine Crowley, señala los recientes recortes de fondos del departamento, bajo su dirección no tiene recursos ni personal suficientes.
Se impuso un toque de queda en las zonas evacuadas en medio de informes de saqueos. Se informan decenas de detenciones.
En algunas zonas, los propios residentes han formado patrullas armadas para proteger la zona.