Con Armenia obligada a ceder partes de su patria ancestral después de que Azerbaiyán invadió y ocupó Artsaj, también Karabaj, algunos de los monumentos más antiguos del cristianismo enfrentan una amenaza real de destrucción.
Mientras los armenios, y los cristianos en todas partes, ahora buscan un liderazgo global para preservar este capítulo vivo de la historia cristiana primitiva, las Naciones Unidas han estado notablemente ausentes, dice Alex Galitsky, director de comunicaciones del Comité Nacional Armenio de la Región Occidental de Estados Unidos, publicado por Newsweek
"El mito de la" tierra de la tolerancia "es uno que el gobierno autoritario de Azerbaiyán ha desplegado regularmente para distraer a la comunidad internacional de su deshumanización institucionalizada de los armenios y de su esfuerzo concertado para destruir la herencia de Armenia", se lee en el artículo.
"El silencio y la inacción de la comunidad internacional ante la desvergonzada difamación del estado y la incitación al odio ha dejado a los habitantes armenios de la región temiendo lo peor".
Además de la destrucción cultural, Azerbaiyán también participa en el revisionismo histórico, afirmando ser el sucesor de la extinta nación de Albania caucásica y etiquetando los sitios cristianos armenios distintivamente como albaneses para afirmar la propiedad sobre ellos, dice Galitsky.
"La voluntad de la UNESCO de hacer la vista gorda ante la destrucción del patrimonio armenio y dar crédito a la falsa narrativa de tolerancia de Azerbaiyán mientras propaga e incita al racismo anti-armenio, es la historia que se repite", dice el autor.
"En medio del ataque en curso contra las minorías religiosas en toda la región, se han perdido innumerables tesoros culturales, desde el monasterio asirio más antiguo de Irak hasta los antiguos santuarios yazidíes. La UNESCO y el mundo no deben quedarse de brazos cruzados mientras la herencia armenia corre el riesgo de sufrir la misma suerte . "
Durante las recientes hostilidades militares, las fuerzas azerbaiyanas lanzaron dos ataques selectivos contra la catedral del Santo Salvador Ghazanchetsots en Shushi. Después de tomar el control de la ciudad, destruyeron las cúpulas de la Iglesia de San Juan Bautista. Azerbaiyán anteriormente "restauró" una iglesia reemplazando su inscripción armenia con arte en vidrio.
Las preocupaciones sobre la preservación de los sitios culturales en Nagorno-Karabaj se vuelven aún más urgentes debido a la historia del gobierno azerbaiyano de destruir sistemáticamente la herencia armenia indígena: actos de guerra y revisionismo histórico. El gobierno de Azerbaiyán ha destruido en secreto una sorprendente cantidad de artefactos culturales y religiosos a finales del siglo XX. Solo dentro de Najichevan, un enclave históricamente armenio en Azerbaiyán, las fuerzas azerbaiyanas destruyeron al menos 89 iglesias medievales, 5.840 jachkars, piedras de cruz armenia, y 22.000 lápidas históricas entre 1997 y 2006.