Investigación y redacción: Equipo de Investigación Sardarabad. - La reciente propuesta del primer ministro armenio Nikol Pashinian de crear una "hoja de ruta conjunta" que equipare el retorno de armenios a Karabaj con el concepto azerbaiyano de "Azerbaiyán Occidental" contradice directamente la posición oficial de la Unión Europea sobre este tema, según revela una investigación de Sardarabad basada en declaraciones documentadas del representante especial de la UE para el Cáucaso Meridional.
Durante su visita a Alemania, Pashinian realizó una declaración que ha generado alarma entre la comunidad armenia. El primer ministro propuso a Azerbaiyán desarrollar una hoja de ruta para "cerrar en paralelo" dos temas que considera equivalentes: el retorno de los desplazados de Karabaj y la cuestión del llamado "Azerbaiyán Occidental".
"Quiero hacer ahora una propuesta pública y abierta a Azerbaiyán, porque en la medida en que ellos tienen problemas con estos temas, nosotros también los tenemos", declaró Pashinian. "Propongo que adoptemos una hoja de ruta conjunta para cerrar estos dos temas en paralelo".
El primer ministro también manifestó a los desplazados de Karabaj que su retorno "no es realista", mientras simultáneamente reconoce el uso por parte de Azerbaiyán del término "Azerbaiyán Occidental", que Bakú aplica a casi todo el territorio de la República de Armenia.
Una investigación de Sardarabad ha localizado y verificado declaraciones del entonces Representante Especial de la UE para el Cáucaso Meridional, Toivo Klaar, realizadas en agosto de 2024 en una entrevista con el medio independiente JAMnews, que contradicen frontalmente el enfoque de Pashinyan.
En esa entrevista, Klaar estableció una distinción fundamental entre ambas cuestiones, rechazando explícitamente cualquier equiparación entre ellas.
"La UE ha sido muy clara sobre este asunto", declaró Klaar a JAMnews. "Es mi expectativa que los armenios de Karabaj sean parte del proceso de normalización y que haya conversaciones directas entre Bakú y ellos sobre su retorno seguro y digno a su región natal".
El representante europeo fue categórico sobre la naturaleza obligatoria de este compromiso: "Azerbaiyán tiene una obligación en este sentido", que —según me parece— no niega".
Klaar explicó por qué la UE considera que estas son materias completamente diferentes que no pueden mezclarse:
"A veces se plantean otras cuestiones en este contexto, como la del llamado 'Azerbaiyán Occidental'. Para mí, estas son cuestiones completamente distintas que no pueden mezclarse", afirmó el diplomático europeo.
"La primera es facilitar el retorno de los armenios de Karabaj a sus hogares ancestrales, que es una obligación que Azerbaiyán tiene. La segunda es la cuestión de los armenios que vivieron en otras partes de Azerbaiyán, incluida Bakú, o de los azerbaiyanos que vivieron en Armenia".
Klaar fue incluso más allá en su defensa de los derechos de los armenios desplazados. El representante de la UE no limitó el derecho al retorno únicamente a los armenios de Karabaj, sino que lo extendió a todas las comunidades armenias históricamente expulsadas de Azerbaiyán.
"Naturalmente, ellos también deben poder visitar los lugares donde vivieron, o incluso regresar allí, si así lo desean, y esto también debe ser una consecuencia de la normalización", señaló Klaar refiriéndose a los armenios de Bakú, Shamkhor, Sheki, Kirovabad (Ganja), Sumgait, Khanlar y otras regiones de Azerbaiyán.
Sin embargo, el diplomático europeo insistió en que "esa es una cuestión completamente diferente de la cuestión específica de los armenios de Karabaj".
Para Klaar, el concepto de normalización tiene implicaciones profundas: "La normalización para mí significa no tener heridas abiertas", y por lo tanto esta cuestión debe ser parte de un proceso de paz más amplio".
El representante especial expresó su confianza en que "esta cuestión seguirá siendo un problema central para mi sucesor", reconociendo que el tema permanecería en la agenda europea tras su salida del cargo en septiembre de 2024.
Las declaraciones de Klaar provocaron una respuesta furiosa por parte de las autoridades azerbaiyanas. Vasif Aliyev, portavoz adjunto del Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, calificó las palabras del representante de la UE como sesgadas, describiéndolas como "un golpe a la reputación de la organización que representa el diplomático de la UE".
Esta reacción de Bakú revela la incomodidad del gobierno azerbaiyano ante una posición internacional que establece obligaciones legales claras respecto al retorno de los armenios de Karabaj.
La distinción establecida por la UE no es arbitraria, sino que responde a principios del derecho internacional. El desplazamiento masivo de más de 100.000 armenios de Karabaj en septiembre de 2023, tras la operación militar azerbaiyana, constituye un evento reciente y documentado que genera obligaciones legales específicas bajo el derecho internacional humanitario.
Organizaciones internacionales como la Asociación Internacional de Académicos del Genocidio y observadores de derechos humanos han calificado este desplazamiento como limpieza étnica, lo que refuerza la obligación legal de garantizar el derecho al retorno.
En contraste, las cuestiones históricas de población entre Armenia y Azerbaiyán, aunque legítimas para un proceso de normalización bilateral, pertenecen a un marco jurídico y temporal diferente, relacionado con los conflictos de principios de los años 90 y periodos anteriores.
La propuesta de Pashinian de equiparar ambas cuestiones representa, según analistas consultados por Sardarabad, una capitulación diplomática que renuncia a las obligaciones legales de Azerbaiyán reconocidas internacionalmente.
Al aceptar la narrativa de "Azerbaiyán Occidental" como equivalente al retorno de los desplazados de Karabaj, el primer ministro armenio estaría legitimando implícitamente las pretensiones territoriales azerbaiyanas sobre Armenia, algo que ni siquiera el gobierno azerbaiyano esperaba que un líder armenio hiciera voluntariamente.
Lo más preocupante para observadores internacionales es que el gobierno armenio no ha hecho referencia pública a las declaraciones del representante de la UE que respaldan la posición armenia sobre el derecho al retorno.
En lugar de utilizar estos pronunciamientos europeos como apoyo diplomático, Pashinian ha optado por una postura que contradice la interpretación jurídica de la Unión Europea sobre estas cuestiones.
La propuesta de Pashinian podría tener consecuencias graves para el proceso de paz. Al renunciar a la distinción jurídica entre ambas cuestiones, Armenia pierde una herramienta diplomática fundamental respaldada por actores internacionales clave.
Además, la equiparación propuesta podría sentar un precedente peligroso: que Azerbaiyán puede utilizar conceptos fabricados como "Azerbaiyán Occidental" como moneda de cambio para evadir sus obligaciones legales respecto a los desplazados recientes de Karabaj.
La investigación de Sardarabad revela una divergencia fundamental entre la posición oficial de la Unión Europea y la propuesta del primer ministro armenio. Mientras la UE establece claramente que el retorno de los armenios de Karabaj es una obligación legal de Azerbaiyán que no puede equipararse con cuestiones históricas de población, Pashinian propone precisamente lo contrario.
Esta contradicción plantea interrogantes serios sobre la estrategia diplomática de Armenia y sobre si el liderazgo armenio está defendiendo adecuadamente los intereses nacionales y los derechos de los más de 100.000 desplazados de Karabaj que esperan poder regresar algún día a sus hogares.
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Fuentes consultadas:
Esta investigación forma parte del compromiso de Sardarabad con el periodismo riguroso y la defensa de los intereses nacionales armenios basada en evidencia verificable y fuentes primarias.