Bakú. — El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, volvió a poner en duda la soberanía y la integridad territorial de Armenia, al declarar durante el acto por el 80º aniversario de la Academia Nacional de Ciencias de Azerbaiyán que “en el mapa no existe el lago Sevan, existe el lago Göycha”.
El mandatario utilizó el evento académico para reforzar una narrativa que busca presentar extensas zonas del territorio armenio como “tierras históricas” de Azerbaiyán. En su discurso, Aliyev afirmó que “los científicos ya han hecho muchos trabajos sobre este tema, pero hace falta más: investigaciones, exposiciones, publicaciones y mapas históricos”, insistiendo en que los topónimos de la actual Armenia tendrían origen azerbaiyano.
Más allá del tono académico, la intervención tuvo un marcado carácter político. Aliyev aseguró que “el retorno de los azerbaiyanos al territorio de la actual Armenia no debería asustar al pueblo ni al Estado armenio”, frase que reavivó preocupaciones en Ereván y en la comunidad internacional sobre las ambiciones revisionistas de Bakú.
En los últimos años, el presidente azerbaiyano ha multiplicado las referencias a una supuesta “Azerbaiyán Occidental”, denominación con la que se refiere al territorio de la República de Armenia. Este nuevo discurso no solo reinterpreta la historia, sino que también apunta a justificar futuras reclamaciones sobre el territorio armenio, en un contexto de creciente militarización y propaganda nacionalista.
Las declaraciones de Aliyev se inscriben en una estrategia política de largo plazo que busca consolidar su liderazgo interno apelando al expansionismo simbólico y a la negación de la identidad histórica de Armenia. Sus palabras en Bakú, lejos de ser un gesto académico, constituyen un mensaje político de apetencia territorial, que profundiza las tensiones regionales y erosiona cualquier perspectiva de paz duradera en el Cáucaso Sur.