Gyumri (Armenia).— La ciudad de Gyumri vivió este lunes una jornada de alta tensión tras la detención del alcalde Vardán Ghukasian, acusado junto con otras siete personas de presunta corrupción. La operación fue llevada a cabo por el Servicio de Seguridad Nacional (AAS) y unidades especiales de la policía, en medio de una fuerte resistencia ciudadana.
Durante la mañana, centenares de agentes —entre ellos efectivos del AAS, tropas especiales y policías— rodearon el edificio del Ayuntamiento de Gyumri, donde Ghukasian se encontraba aislado. Según testigos, los intentos iniciales de las fuerzas de seguridad por ingresar fueron bloqueados por numerosos ciudadanos que acudieron en defensa del alcalde, formando barricadas con camiones y autobuses alrededor de la plaza Vartanants.
Las tensiones derivaron en empujones y enfrentamientos entre manifestantes y agentes. Ante la resistencia, el Gobierno envió refuerzos policiales y unidades adicionales desde otras regiones. También se hizo presente en el lugar Artak Poghosian, subdirector del Comité Anticorrupción.
En horas de la tarde, mientras la atención pública se concentraba en la entrada principal del edificio, los agentes irrumpieron por una puerta trasera, que fue forzada, y extrajeron a Ghukasian por esa vía. Imágenes difundidas por medios locales muestran al alcalde siendo escoltado por efectivos encapuchados que lo conducen corriendo hacia un vehículo oficial. Según los videos, Ghukasian no opuso resistencia, aunque los agentes lo sujetaron firmemente de los brazos.
Fuentes locales describieron el operativo como un “show enmascarado”, en alusión al despliegue mediático y la forma en que fue ejecutada la detención.
Hace un mes, el primer ministro Nikol Pashinian había declarado en el Parlamento su intención de “expulsar del ámbito político y público” al alcalde de Gyumri. Analistas interpretan esta detención como parte de una estrategia del oficialismo para retomar el control político de la segunda ciudad más importante de Armenia, donde el partido del gobierno, Contrato Civil perdió las elecciones municipales.
Diversos dirigentes del partido gobernante expresaron en redes sociales su satisfacción por la detención, mientras los partidarios de Ghukasian denuncian una persecución política.
El Comité Anticorrupción confirmó que Ghukasian y otros siete funcionarios están acusados de recibir sobornos. No obstante, sus seguidores sostienen que el proceso tiene motivaciones políticas y que la detención se ejecutó de manera irregular.