En la plaza de la Libertad de Ereván tuvo lugar este fin de semana una multitudinaria concentración del movimiento popular «Մեր ձեւով» (Mer tzëvov, que en español significa “A nuestra manera”).
El acto, caracterizado por un ambiente de gran efervescencia, reunió a más de 25 000 personas y el flujo de ciudadanos que llegaban desde distintos puntos de la capital no cesaba.
El coordinador del movimiento, Narek Karapetian, proclamó el inicio de lo que denominó “el tercer movimiento: el de la reconstrucción de Armenia y el fin del mal período del país”.
En su discurso, Karapetian presentó tres pasos para “convertir nuevamente al partido Contrato Civil (ՔՊ) oficialista, en oposición”, llamando a los ciudadanos a prepararse para unas elecciones que, según dijo, deben realizarse bajo condiciones justas.
“El pueblo armenio puede apartar del poder a este grupo mediante elecciones limpias. Hablen con sus vecinos, con su entorno, abran sus ojos. Si cada uno logra despertar la conciencia de tres personas, este gobierno no tendrá oportunidad de quedarse”, afirmó.
El dirigente también se refirió a la Iglesia Apostólica Armenia, asegurando que “no está indefensa” ante los ataques del poder actual.
“Desde que llegaron al poder comenzaron la lucha contra el ejército; ahora repiten la fórmula, tratando de enfrentar a la sociedad con la Iglesia. ¿Se imaginan una iglesia bajo el control del partido Contrato Civil? Quieren convertirla en un simple lugar para bodas, pero la Iglesia es la columna de nuestra preservación nacional, y eso no lo lograrán”, señaló.
Narek Karapetian es un joven dirigente y coordinador del movimiento “A nuestra manera”, considerado una nueva fuerza emergente en la política armenia. Sobrino del empresario Samvel Karapetian, actualmente detenido, Narek ha declarado que el objetivo del movimiento es primero unir a los ciudadanos en torno a valores nacionales y posteriormente convertirse en una fuerza política organizada capaz de participar en procesos electorales.
Su discurso combina referencias a la defensa del ejército y la Iglesia Apostólica Armenia —que define como pilares de la identidad nacional— con llamados a la renovación política y al fin del dominio del partido gobernante Contrato Civil (ՔՊ).