En un comunicado oficial, San Etchmiadzin, Sede Madre de la Iglesia Apostólica Armenia, condenó las detenciones y allanamientos realizados en la diócesis de Aragatsotn, calificándolos como una nueva manifestación de la campaña antieclesiástica impulsada por las autoridades.
Según el texto, en la madrugada del 15 de octubre, representantes de los organismos de seguridad realizaron registros en la residencia episcopal de Aragatsotn, en el domicilio del obispo Monseñor Mkrtich Proshian, y en las viviendas de varios sacerdotes y empleados diocesanos, basándose en denuncias falsas del sacerdote Aram Asatrian y del activista Daniel Ioannisian, presidente de la ONG “Unión de Ciudadanos Informados”.
El comunicado precisa que fueron detenidos el obispo Proshian y doce sacerdotes, entre ellos los reverendos Paren Arakelian, Hayk Kocharian, Mkrtich Yeranian, Manuk Zeinalian, Ghevond Gapoian, Hayk Sahakian, Sargis Sargsian, Garegin Arsenian, Narek Sargsian, Oshin Hairapetian, Vrtanes Baghalian y Hambardzum Danielian, además del contador, el tesorero y el administrador de la diócesis.
Durante varias horas, el paradero del obispo y de varios sacerdotes fue mantenido en secreto, sin permitirles asistencia jurídica, lo que constituye —según San Etchmiadzin— una grave violación del orden legal.
“Las acciones ilegales emprendidas contra el obispo, los sacerdotes y los empleados de la diócesis son una nueva manifestación de la campaña antieclesiástica organizada por las autoridades”, afirma el comunicado.
El texto sostiene que estas medidas buscan obstaculizar la vida espiritual y litúrgica, dañar la autoridad de la Iglesia sembrando miedo y división en la sociedad. También advierte que tales métodos, propios de sistemas totalitarios, violan la libertad religiosa y ofenden los sentimientos de los creyentes.
“Llamamos a nuestros sacerdotes y al pueblo creyente a no ceder ante las provocaciones, a mantenerse firmes en la defensa de la Iglesia. Con intrigas, amenazas y represiones no es posible doblegar a los servidores espirituales ni al pueblo fiel”, declara San Etchmiadzin.
El comunicado concluye con una invocación:
“Rezamos por la paz de nuestra patria y por la vida segura de nuestro pueblo.”