EREVÁN — El Tribunal Penal de Primera Instancia de Yereván condenó este viernes al arzobispo Mikael Achabahian, primado de la Diócesis de Shirak de la Iglesia Apostólica Armenia, a dos años de prisión.

La fiscalía había solicitado una pena de dos años y seis meses, pero el tribunal resolvió imponer una sanción algo menor.

El 24 de septiembre ya se había dictado el veredicto condenatorio contra Achabahian, en base al artículo 422 (apartado 2) del Código Penal armenio, que castiga los llamados públicos a la toma del poder, la violación de la integridad territorial, la renuncia a la soberanía o el derrocamiento forzoso del orden constitucional. En consecuencia, la medida preventiva de detención que pesaba sobre él fue mantenida.

Según la acusación, el arzobispo habría realizado este tipo de declaraciones en varias entrevistas ofrecidas a los medios de comunicación.

Desde la Iglesia Apostólica Armenia, la sentencia fue calificada como un acto de persecución política y una restricción a la libertad de expresión. El equipo legal de Achabahian ya anunció que apelará la decisión, señalando que el fallo vulnera derechos fundamentales y el debido proceso.

Este caso profundiza las tensiones entre el liderazgo religioso y el gobierno, en un momento en que el país atraviesa un delicado proceso político y debates sobre el papel de la Iglesia en la vida pública.