Ereván — Hace exactamente dos años, el 27 de septiembre de 2023, las autoridades azeríes detuvieron a Rubén Vardanian. Él y otros 22 prisioneros armenios cristianos permanecen desde entonces en cárceles de Bakú bajo acusaciones que las familias consideran fabricadas. En una entrevista con CivilNet, su hijo David Vardanian habló sobre la situación del padre, la falta de información y un llamado a la unidad de la diáspora para lograr la liberación de los detenidos.
David explica que apenas llegan noticias sobre las condiciones de detención: “Lo que sabemos —dice— es que mi padre está solo en su celda. No tenemos información certera sobre su estado de salud. Él nos dice que está bien y nos pide que no nos preocupemos, pero sabemos que diría eso en cualquier caso. Para él es mucho más importante conocer las causas de su detención y las razones por las que arrestaron a otros 22 armenios cristianos”.
El hijo del detenido subraya además el impacto de la ausencia del Comité Internacional de la Cruz Roja en Azerbaiyán. “Antes, la Cruz Roja cumplía dos funciones claves: era la única institución independiente que podía verificar la salud y las condiciones de los prisioneros y, aunque no podía cambiar esas condiciones, podía dar información fiable a las familias —explica—. Además, a través de la Cruz Roja podíamos enviar mensajes grabados para nuestro padre; al menos teníamos un contacto visual con él. Hoy hemos perdido también esa posibilidad, y la incertidumbre vuelve aún más desesperante.”
Sobre la dimensión internacional del caso, David señaló que el equipo del presidente estadounidense Donald Trump parece mostrar mayor predisposición a abordar la situación de los 23 prisioneros armenios cristianos. “En la ONU, Trump dijo claramente que los cristianos son una de las comunidades religiosas más perseguidas en el mundo y que luchará por ellos. Pero lo expresado públicamente en Washington este agosto no fue suficiente para nosotros ni, creo, para toda la comunidad armenia: no puede haber una paz genuina sin la liberación de los armenios cristianos.”
A la vez, Vardanian hijo insistió en que hay gestos y movimientos detrás de escena que merecen atención: “Creo que se está trabajando fuera del foco público y que debemos redoblar esfuerzos para empujar esta agenda”.
El mensaje final de David fue una exhortación a la diáspora: “Estos son tiempos cruciales para unirnos. Los armenios tenemos una diáspora verdaderamente global, presente en países clave del mundo. Contamos con importantes innovaciones en TI y tecnología, somos uno de los países cristianos más antiguos y mantenemos tradiciones democráticas: esa combinación es única en nuestra región. Tenemos todas las herramientas; la pregunta es si podemos dejar de lado nuestras diferencias y coordinarnos —no sólo para traer a los prisioneros a casa— sino para garantizar una paz real, no solo la que aparece en los documentos.”
Las familias de los detenidos y organizaciones civiles mantienen la demanda por información transparente y la liberación de los prisioneros. El caso, que suma ya dos años, continúa generando preocupación en Armenia y en comunidades armenias del exterior. (Fuente: entrevista con CivilNet)