El tribunal cumplió con las expectativas de las autoridades.
El Juzgado Penal de Primera Instancia de Ereván, presidido por la jueza Armine Meliksetian, anunció hoy un veredicto condenatorio contra el arzobispo Mikael Ajapahian, primado de la diócesis de Shirak. El jerarca eclesiástico permanecerá bajo arresto hasta la publicación de la sentencia definitiva, prevista para el 29 de septiembre.
Ajapahian se enfrenta a una multa o a una pena de hasta cinco años de prisión. El arzobispo rechaza los cargos, que califica de persecución política. “Todo va a estar bien”, dijo a sus seguidores al ser trasladado desde el tribunal hacia el centro de detención.
En un comunicado, la Santa Sede de Echmiadzin calificó el fallo de “abiertamente fabricado” y lo definió como un golpe severo a la justicia en Armenia y a la credibilidad de las instituciones judiciales.
“En un contexto de odio y represión que continúa propagándose en el país, esta vergonzosa resolución judicial confirma una vez más que el sistema de justicia de la República de Armenia está completamente supeditado a la voluntad del poder político”, señaló el pronunciamiento.
Asimismo, Echmiadzin lamentó que la justicia en la patria sea “selectiva, arbitraria y puesta al servicio de la venganza política”.
El comunicado agrega que la Santa Sede condena enérgicamente este proceso ilegal y utilizará todos los mecanismos previstos por la ley para restablecer la justicia en favor del arzobispo Mikael.
“Rezamos para que el Señor fortalezca y mantenga firmes e inquebrantables a los arzobispos Mikael y Bagrat, al gran benefactor nacional Samvel Karapetian y a todas las personas privadas ilegalmente de su libertad”, concluye el texto, citando el Salmo: “El Señor es justo, ama la justicia, y su rostro mira hacia la verdad” (Sal. 10:8).