La delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) cerrará su oficina en Bakú el 3 de septiembre, tal como lo han solicitado las autoridades azeríes. Así lo informó en una entrevista con periodistas Dafne Maren, jefa de la misión del CICR en Armenia.

"Sí, efectivamente, la oficina será cerrada el 3 de septiembre. Sin embargo, esto no significa que cese nuestra comunicación con las autoridades de Azerbaiyán. Continuaremos intentando mantener el diálogo y ofrecer nuestro papel como mediador neutral en diversos asuntos. Uno de los temas más importantes en este momento es el de las personas desaparecidas. En este sentido, mantenemos la esperanza de que en el futuro podamos participar nuevamente como intermediarios neutrales. Las conversaciones con Azerbaiyán sobre este asunto continuarán, incluso después de que la oficina ya no exista físicamente", afirmó Maren.

Según explicó Dafne Maren, el trabajo realizado durante los últimos años y décadas no será olvidado.

"Como han podido ver, el acuerdo de paz menciona la creación de un mecanismo específico que operará con la participación de organizaciones internacionales para esclarecer el destino de las personas desaparecidas. En este contexto, vemos una oportunidad clara para definir nuestro papel y brindar apoyo en los próximos pasos", indicó.

Ante una pregunta sobre si existe alguna posibilidad de que las visitas a los prisioneros continúen, Maren respondió: "Todavía mantenemos conversaciones con las autoridades de Azerbaiyán sobre este tema. Hemos analizado diversas opciones para lograr acceso a las personas detenidas, pero hasta ahora no hemos tenido éxito. En este momento, no podemos continuar nuestro trabajo en esta dirección. No obstante, seguiremos insistiendo en este asunto; nuestros esfuerzos continuarán".

El cierre de la oficina en Bakú marca un nuevo obstáculo en los esfuerzos humanitarios del CICR en la región, aunque la organización reitera su compromiso de seguir trabajando por la protección de las personas afectadas por el conflicto.