Las bancadas del Parlamento de la República de Artsaj emitieron un comunicado respecto a los resultados del encuentro celebrado en Washington entre los líderes de Armenia, Azerbaiyán y Estados Unidos.
«El Parlamento de la República de Artsaj valora positivamente los esfuerzos internacionales sostenidos durante años en pos de la paz y la estabilidad en el Cáucaso del Sur. Estados Unidos, como país copresidente del Grupo de Minsk de la OSCE, ha desempeñado un papel fundamental en el proceso de resolución del conflicto de Nagorno-Karabaj, lo cual ha sido reconocido con justicia por el pueblo y las autoridades de Artsaj.
Tras años de trabajo constante y paciente, Estados Unidos, junto con los otros dos países copresidentes del Grupo de Minsk —Francia y Rusia—, presentó a las partes en conflicto una fórmula de solución basada en los principios y normas del derecho internacional, conocida como los Principios de Madrid. En su esencia, esta propuesta se fundamentaba en la prohibición del uso o la amenaza del uso de la fuerza, el derecho a la libre determinación y el respeto por la integridad territorial. Hasta el año 2020, los tres países copresidentes del Grupo de Minsk, a nivel presidencial, aseguraron al pueblo de Artsaj que el conflicto solo podía resolverse por medios pacíficos y que dicha solución se basaría en estos principios.
Todo se derrumbó el 27 de septiembre de 2020, con la agresión a gran escala lanzada por Azerbaiyán. La ausencia de una respuesta firme por parte de la comunidad internacional derivó en una tragedia aún mayor: la población armenia de Artsaj, con una historia milenaria en la región, fue desplazada de su patria tras 44 días de guerra, bajo la amenaza de genocidio. Un total de 150.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares y buscar refugio en la República de Armenia.
Se esperaba que, al menos tras esta catástrofe humanitaria, los centros de poder internacional, y en primer lugar los países copresidentes del Grupo de Minsk, asumieran su responsabilidad y propusieran vías concretas para salir del estancamiento. Sin embargo, lamentablemente, esos países eligieron el camino “más fácil”: se retiraron de su rol de mediadores y pacificadores bajo diversos pretextos, e incluso, en la práctica, avalaron el crimen contra la humanidad cometido por Azerbaiyán. Además, hicieron caso omiso de la histórica sentencia de la Corte Internacional de Justicia, que reafirmó el derecho del pueblo de Artsaj a regresar de forma segura y garantizada a su patria ancestral.
Nadie conoce mejor que el pueblo de Artsaj el verdadero valor de la paz y el desarrollo sostenible. Este pueblo ha atravesado innumerables privaciones y sacrificios en defensa de sus derechos. Resistió un bloqueo total de casi diez meses organizado por Azerbaiyán, manteniéndose firme frente a las adversidades. Pero este tipo de proceso no puede acercarnos a la paz verdadera que tanto necesitan todos los pueblos de la región.
Estamos convencidos de que la posición de las autoridades armenias respecto al desconocimiento de los derechos fundamentales del pueblo de Artsaj puede generar solo una ilusión de éxito en la agenda internacional de seguridad, pero en el futuro cercano traerá una profunda decepción para todos aquellos actores que realmente buscan una paz duradera.
Reafirmamos que cualquier acuerdo de normalización entre Armenia y Azerbaiyán debe incluir necesariamente:
– El derecho del pueblo de Artsaj a un retorno seguro, digno y permanente a su patria histórica y a sus lugares de residencia tradicionales.
– La protección del patrimonio cultural y espiritual de la comunidad armenia en Artsaj, que ya se encuentra gravemente amenazado tras la ocupación azerbaiyana.
– La resolución de los casos pendientes sobre el retorno de prisioneros de guerra armenios y civiles, incluyendo a líderes políticos y militares de Artsaj, cuyos derechos son violados en las cárceles de Bakú, sometidos a procesos judiciales arbitrarios e ilegales.
En este contexto, el inicio del proceso de disolución del Grupo de Minsk de la OSCE revela la incoherencia de la política exterior de los países copresidentes, socava su autoridad y genera desconfianza respecto a su compromiso con las responsabilidades asumidas. Además, demuestra que las regiones pequeñas o consideradas “menos estratégicas” siguen siendo utilizadas como fichas de cambio en grandes juegos geopolíticos.
El Parlamento de la República de Artsaj alerta sobre los intentos de encubrir la responsabilidad de aquellos actores que han traicionado su misión de paz. Reafirmamos nuestro firme compromiso con una paz real, basada en la justicia, el derecho internacional y la confianza mutua.
Bancadas firmantes:
12 de agosto de 2025
Yereván, Armenia