El 4 de agosto, alrededor de las 13:10 horas, un incidente fronterizo entre Azerbaiyán y Armenia generó un nuevo foco de tensión en la región de Syunik, cuando el Ministerio de Defensa de Armenia denunció que unidades de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán abrieron fuego contra una excavadora que realizaba trabajos de construcción en las cercanías de posiciones de combate. Según la información difundida por el gobierno armenio, el tiroteo tuvo lugar a unos 4.500 metros al noreste del asentamiento de Verishen, sin que se registraran víctimas.
El Ministerio de Defensa de Armenia ha solicitado a Azerbaiyán que ofrezca una explicación pública sobre el incidente, destacando la necesidad de transparencia y responsabilidad en la gestión de la situación.
En respuesta, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán negó categóricamente estas acusaciones. Según el gobierno azerbaiyano, las afirmaciones sobre el ataque son infundadas y no corresponden a la realidad de los hechos. Azerbaiyán también pidió que se realicen investigaciones para esclarecer lo ocurrido.
A pesar de la falta de víctimas reportadas, este episodio se enmarca dentro de un contexto geopolítico delicado, en el que las tensiones entre Azerbaiyán y Armenia siguen latentes. Las versiones contradictorias sobre el tiroteo subrayan la dificultad de obtener una imagen clara de los hechos, lo que agrava la desconfianza mutua y el ambiente de inseguridad en la región.