El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fue obligado a cesar sus actividades en Azerbaiyán tras una decisión unilateral del gobierno de ese país. La medida, que también afecta a otras agencias humanitarias internacionales, se concretó en junio de 2025 y ha generado profunda inquietud, especialmente por el destino de los prisioneros armenios bajo custodia azerí. El CICR era el único organismo con acceso regular a estos detenidos, y su salida deja un vacío crítico en términos de supervisión humanitaria y garantía de derechos fundamentales.
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha informado a los familiares de los armenios detenidos en las cárceles de la capital de Azerbaiyán, Bakú, que ya no visitarán a los cautivos.
“A nosotros, los familiares de todos los cautivos en general, nos dijeron que la Cruz Roja ya no los visitaría en absoluto y que no tendrán más relacion con los cautivos”, dijo uno de los familiares de estos últimos a Azatutyun, el servicio armenio de RFE/RL.
Esta noticia ha causado una gran preocupación entre los familiares de los cautivos armenios, ya que la Cruz Roja era la única organización que podía visitar a los armenios detenidos en las cárceles de Bakú, conocer su estado real, ocuparse de solucionar sus problemas de salud, proporcionarles ropa y artículos de higiene necesarios, así como proporcionar contacto por vídeo con sus familiares.
Como le dijo a Azatutyun un pariente de uno de estos cautivos, su última esperanza, así como la de los cautivos, también se ha desvanecido.