El arzobispo Michael Achabahian, primado de la diócesis de Shirak, hizo pública una carta desde la prisión.
"Gloria a ti Dios, gloria a ti, Señor, Señor, gloria a ti...
Una vez más, gracias al Todopoderoso, quien me hizo, siendo una persona indigna, digna de pasar por este camino de expiación y prueba, estando siempre a mi lado y confortándome con el Espíritu Santo. Donde hay angustia, también está el consuelo del Señor.
Anímense, porque el Señor siempre gana. Ahora también ganará, quizás a través de siervos indignos como yo.
Pero creo que no perdonará a los miserables secuaces, que saben muy bien lo que hacen... A todos, sin excepción, los que se han contaminado con la injusticia y el prejuicio, Canossa les espera, en el mejor de los casos. Y si recuperan la fuerza, serán derrotados de nuevo, porque Dios está con nosotros...
Canossa tiene un significado histórico especial, ya que es conocida por ser el lugar donde tuvo lugar la famosa "Reunión de Canossa" en 1077.
Ese encuentro tuvo lugar entre el Papa Gregorio VII y el emperador Enrique IV del Rin, lo que constituye uno de los acontecimientos más reconocidos en la historia de la Edad Media.
Enrique IV se arrepintió, vistió de cilicio y caminó descalzo hasta las puertas de Canossa, donde estaba el Papa.
Sin embargo, el papa Gregorio VII se negó a recibir a Enrique. Según informes, Enrique esperó a las puertas del castillo durante tres días, en ayunas y vestido de cilicio.
Finalmente, el Papa lo acepta. Enrique se arrodilla y le ruega perdón. Gregorio perdona al emperador y le pide que regrese al abrazo de la Iglesia", dice la carta.