En una reunión de la Junta de Musulmanes del Cáucaso, el presidente de la junta, Sheikhulislam Allahshukur Pashazadeh, hizo declaraciones hostiles y calumniosas contra la Iglesia Apostólica Armenia.

Sus palabras fueron citadas por la agencia de noticias azerbaiyana APA:

"El hecho es que los círculos religiosos armenios se asentaron en Uchmiadzin, en tierras históricas de Azerbaiyán, a las que llamaron Echmiadzin, y construyeron sus templos religiosos en territorios ajenos a ellos.

Señaló que los armenios, con falsas consideraciones sobre la historia del cristianismo, se presentan como una comunidad excluyente, los primeros cristianos del mundo. La Diócesis de Artsaj se estableció en Karabaj, y la Diócesis de Nueva Najicheván en Rusia. El único objetivo del Centro Religioso Armenio era apoyar la utopía armenia de la "Gran Armenia Histórica". Nos enfrentamos a una comunidad que, mediante numerosas falsificaciones, se apropia del patrimonio cultural y espiritual de otros pueblos, y a través de sus centros religiosos en Uchmiadzin y Cilicia, difunde por todo el mundo mensajes llenos de mentiras y calumnias, que se alejan de los principios de la religión cristiana sobre la paz, la fraternidad y la convivencia pacífica, predicando constantemente la discordia, la hostilidad, la venganza y el conflicto con el pretexto de hacer realidad su sueño utópico.

Sí, esta es la realidad. Los armenios del mundo, apoyándose en la Iglesia Nacional Armenia, siguen engañando a la comunidad internacional con su hipocresía histórica y política. Su objetivo es que, si el Estado armenio no existe debido a la incompetencia política, la Iglesia Nacional Armenia pueda continuar su misión de centro de movilización, creando y liderando un estado religioso gregoriano como el Vaticano. Por lo tanto, la Iglesia Armenia tiene la astuta intención de continuar su existencia en nuestras tierras históricas de una forma u otra. Esto representa una gran amenaza para todos los países de la región vecinos de Armenia", declaró Pashazadeh.

No satisfecho con las atrocidades, calumnias y falsificaciones mencionadas anteriormente, declaró que la supuesta "expulsión gradual de los azerbaiyanos de sus tierras ancestrales, la limpieza étnica y las deportaciones que se encuentran en el territorio de la actual Armenia llevaron al cese forzoso de las actividades de los kaziyats (divisiones administrativas musulmanas)".

"En Azerbaiyán Occidental, se han saqueado muestras de la cultura material y espiritual de nuestro pueblo, así como propiedades de mezquitas, y se han vendido ejemplares raros del Corán y manuscritos en subastas extranjeras. Un claro ejemplo de falsificación y vandalismo armenio es también la restauración de la mezquita Juma (Azul) en Ereván, construida por azerbaiyanos y que los armenios presentan como persa", continuó Pashazadeh.

Las aspiraciones "pacíficas" de Azerbaiyán vuelven a ser claramente visibles. Ese país continúa con su agresiva propaganda antiarmenia, apuntando al territorio soberano, a los centros espirituales y culturales y al patrimonio de la República de Armenia.