A pesar de todas las dificultades y complicaciones, el Gobierno y yo personalmente no nos desviaremos de la agenda de paz, afirmó hoy el primer ministro Nikol Pashinian en la Asamblea Nacional.
Es evidente que ciertas fuerzas, tanto dentro como fuera de Armenia, realizan diariamente propaganda a favor de la guerra y exigen acciones concretas para hacerla realidad. Entre estas acciones se destaca la retórica bélica de Azerbaiyán, junto con acciones paralelas a esta retórica, que se expresan en falsas acusaciones de violaciones del alto el fuego contra Armenia y frecuentes, si no diarias, violaciones del alto el fuego por parte de las fuerzas armadas azerbaiyanas.
Estas violaciones son en su mayoría de naturaleza no selectiva, aunque durante el último mes se han registrado dos casos específicos de ataques contra la aldea de Khnatsakh en la provincia de Syunik. Pero durante este tiempo se han escuchado disparos sin objetivos específicos en varios asentamientos de nuestra República.
"Los tiroteos mencionados son consecuencia de la falta de orden público en las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán o tienen como objetivo ejercer presión psicológica sobre la población de los asentamientos mencionados", explicó.
Pashinian pidió a Azerbaiyán que investigue los incidentes mencionados y tome medidas para detenerlos.
Reafirmo que he dado instrucciones claras al ejército armenio de no violar el alto el fuego, y la República de Armenia está dispuesta a investigar la información sobre la violación del alto el fuego por parte de nuestro ejército. Al mismo tiempo, propongo una vez más a Azerbaiyán la creación de un mecanismo conjunto para investigar los incidentes fronterizos, incluidas las violaciones del alto el fuego, que funcionaría a diario.
En este contexto, considero necesario abordar todos los rumores que predicen una nueva escalada e incluso una nueva guerra entre Armenia y Azerbaiyán. No hay justificación para la guerra. Armenia y Azerbaiyán han reconocido mutuamente su integridad territorial, su soberanía, la inviolabilidad de las fronteras internacionalmente reconocidas y la inadmisibilidad del uso de la fuerza y la amenaza del uso de la fuerza.
Teniendo en cuenta estas realidades, hago un llamado a todas las fuerzas e individuos que operan en Armenia y Azerbaiyán a que sean extremadamente responsables, a que no hagan declaraciones que contradigan directa o indirectamente la lógica antes mencionada y que no cuestionen esta lógica. No tienen posibilidad. Los pueblos de Armenia y Azerbaiyán merecen la paz y la coexistencia pacífica. "No habrá guerra, habrá paz", declaró.